Fernando Blanco, acusado junto a su mujer, Margarita Garau, de quedarse 1,1 millón de euros en donativos para tratar a su hija Nadia de una enfermedad rara ha asegurado hoy en la primera sesión del juicio celebrado en la Audiencia de Lleida que la niña corre aún un "riesgo inminente de muerte".

Blanco ha afirmado igualmente que antes de crear la fundación con la que supuestamente cometieron el fraude, él mismo había sufragado diversos tratamientos y operaciones, a los que Nadia habría sido sometida en hospitales tanto nacionales como internacionales, para tratar de mejorar su calidad de vida y, en la medida de lo posible, alargársela.

No obstante, Blanco ha insistido en que Nadia corre todavía un "riesgo inminente de muerte" pese a todos los tratamientos a los que supuestamente ha sido sometida.

Blanco ha explicado en este sentido que antes de fundar la asociación pudieron ir pagando los gastos de los tratamientos de Nadia, que ha asegurado que llegaron a ascender a 660.000 euros, porque él "tenía dinero ahorrado".

En cuanto a cómo había logrado estos ahorros, ha afirmado que se dedicaba profesionalmente a una tienda de vinos que regentaba en Fígols i Alinyà (Lleida) y que, además, impartía conferencias de motivación por las que llegaba ha cobrar "hasta 8.000 euros".

Finalmente, decidieron crear la Asociación Nadia Nerea para la Tricotiodistrofia y Enfermedades Raras de Baleares para que Nadia pudiera ser tratada y operada por "otros médicos", ya que en su opinión en la sanidad pública desconocían cómo abordar la enfermedad rara de la niña.

A partir de entonces, Blanco ha reconocido haber llevado a cabo campañas de recaudación de fondos y entrevistas en medios de comunicación para dar a conocer el caso de su hija.

El padre de Nadia ha dicho no recordar el importe total que se llegó a recaudar con la asociación, pese a que el fiscal lo ha cuantificado en más de un millón de euros.

Se ha referido después a uno de los supuestos tratamientos que recibió Nadia en París y ha explicado que a través de una punción en la nuca de "los especialistas le extraían genes, los mutaban y los volvían a introducir al cabo de un mes".

Gracias a esta práctica, ha remarcado, se pudo alargar la esperanza de vida de la menor cinco años.

También ha asegurado que se instalaron en una amplia vivienda en Fígols i Alinyà (Lleida) porque buscaban un sitio donde su hija "fuera feliz" y pudiera tener una vida "digna".

Por otra parte, Blanco ha afirmado ante las preguntas del ministerio fiscal que en 2012 se llevó a cabo una campaña para recaudar 50.000 euros y poder operar a Nadia en Houston (EEUU).

El fiscal ha preguntado a Blanco si en enero de 2013, cuando se tendría que haber llevado a cabo la intervención de la menor, él y su esposa disfrutaban de unos días de vacaciones en un hotel de Mallorca.

Blanco, ante dicha pregunta, se ha limitado a decir que no sabía responder al respecto, aunque sí que ha asegurado haber estado en Houston sin concretar fecha.

De igual forma, Blanco no ha sabido responder al ministerio fiscal si con los 50.000 euros recaudados para la operación de Houston el matrimonio se compró un coche valorado en unos 20.000 euros.

La defensa de Blanco había pedido que éste pudiera alojarse en un hotel bajo custodia policial durante los días de celebración del juicio, pero el juez y presidente de la Audiencia de Lleida, Joan Segura, ha denegado esta solicitud al inicio de la sesión de hoy.

De igual forma, la defensa del matrimonio ha pedido al comenzar el juicio la suspensión de las diligencias previas, hecho que ha sido rechazado por el juez.

La niña no está citada a declarar

El abogado del padre asegura que ha aceptado defenderle porque, tras el estudio de los antecedentes, tiene "absolutamente claro que no concurren indicios de un delito de estafa, ni mucho menos delito de estafa continuado, y todavía menos de un delito de estafa en la modalidad hiperagravada", y constata que en septiembre recurrió alegando que la Audiencia no puede ser competente y solicitó la libertad provisional de su defendido.

En esta campaña, según el letrado, "se pretendía recaudar 90.000 euros y finalmente se recaudaron cantidades superiores", de las que jamás pudo disponer su defendido, cuyo saldo bancario fue bloqueado.

Sostiene que en la campaña de recogida de fondos de 2012 se pretendía recaudar 47.000 euros recaudados y que siempre han sido destinados a la menor, y "cuando existió algún sobrante se hizo llegar a otras personas necesitadas".

Están citados unos treinta testigos, incluyendo agentes de los Mossos d'Esquadra y médicos forenses y se ha personado como acusación particular Grupo Inversor para el Desarrollo, SL que hizo aportaciones de unos 13.000 euros.

Ni Fiscalía ni el abogado de la madre, Alberto Martín, han citado a declarar a la pequeña, según han confirmado a Europa Press ambas partes.

El juicio al padre -que está en prisión provisional desde finales de 2016-- y a la madre --que vive en las Islas Baleares-, acusados de presunta estafa al recaudar dinero para tratar la niña de tricotiodistrofia, estaba previsto que se celebrara en junio, pero el cambio de abogado de Blanco hizo que el nuevo letrado solicitara un aplazamiento.

En su escrito de acusación, la Fiscalía pide seis años de cárcel para la madre y lo mismo para el padre por presuntamente estafar a los donantes que aportaron dinero para tratamientos de la menor de la que decían que estaba en peligro de muerte.

La Fiscalía sostiene que los acusados, "con ánimo de obtener un lucro patrimonial ilícito", cuando la niña tenía cinco años, en 2009, crearon la Asociación para la Tricotiodistrofia en Baleares, con el pretexto de recaudar fondos para el tratamiento de la enfermedad, siendo su verdadera intención destinar el dinero a su propio consumo y ocio.

La niña, que vivía con sus padres en Fígols (Lleida) vive con una tía materna en Binissalem (Islas Baleares), municipio al que se trasladó en diciembre de 2016 cuando el juzgado dictó prisión provisional para su padre y libertad con cargos para su madre, que perdió su custodia y puede verla los sábados y los domingos.

El padre fue detenido en diciembre en la Seu d'Urgell (Lleida) huyendo de un control policial en la comarca de la Cerdanya, durante un operativo que los Mossos d'Esquadra había activado ante su riesgo de fuga y al ser arrestado le encontraron una pistola de fogueo.