Alejandro Ortiz, el padre de la adolescente desaparecida en 2013 Malén Ortizadolescente desaparecida en 2013 Malén Ortiz, quedó ayer en libertad tras ser detenido el jueves en Santa Ponça (Calvià) por enfrentarse a varios policías y ser atendido dos veces en el área de psiquiatría de Son Espases. El hombre está acusado de un delito de resistencia por un violento altercado con los agentes que, alertados por los vecinos, acudieron al domicilio por su comportamiento agresivo y sus gritos amenazantes.

Los hechos ocurrieron hacia las nueve y media de la noche del jueves en Santa Ponça. Varias llamadas alertaron a los servicios de emergencias y al lugar acudieron patrullas de la Policía Local de Calvià.

Los agentes comprobaron que Ortiz estaba muy alterado y trataron de calmarlo. Pero el hombre seguía fuera de sí y no hizo caso a las indicaciones de los policías. Según fuentes policiales, los insultó y amenazó y llegó a golpear con fuerza un coche patrulla. Tras varios minutos de tensión, acabó arrestado por un delito de resistencia grave a la autoridad.

Alejandro Ortiz fue trasladado al cuartel de la Policía Local, donde siguió mostrándose muy agresivo. Los agentes pidieron una ambulancia y el facultativo decidió que Ortiz precisaba atención psiquiátrica y optó por derivarlo a Son Espases. El padre de Malén fue trasladado al hospital de referencia, donde quedó ingresado bajo custodia policial. De madrugada le dieron al alta, pero el hombre volvió a encararse con los agentes, que lo llevaron de nuevo al hospital.

Allí pasó la noche, ya bajo custodia de la Guardia Civil, que asumió las diligencias. A mediodía recibió de nuevo el alta y fue conducido al cuartel del instituto armado para ser interrogado. Ya por la tarde fue puesto a disposición del juzgado de guardia de Palma y quedó en libertad.

Malén Ortiz desapareció en diciembre de 2013. Tenía entonces 15 años. La adolescente fue vista por última vez cuando se apeó del autobús escolar en Magaluf. Según dijo, se dirigía al domicilio de su novio en Son Ferrer, pero nunca llegó y su rastro se perdió. Casi cinco años después, la Guardia Civil sigue trabajando para aclarar lo ocurrido.