El magistrado Juan Manuel Sobrino ha procesado a un acusado por la agresión sexual en grupo a una joven de 19 años en es Firó de Sóller de 2017. Una vez concluida la investigación del caso, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Palma ha decretado el procesamiento de un vecino de Sóller de 37 años, que llegó a estar un mes en prisión provisional por esta causa, por un delito de agresión sexual. El sospechoso podría enfrentarse a una petición de pena de la fiscalía de entre cuatro y diez años de cárcel.

El juez también ha requerido al acusado para que abone una fianza de 6.000 euros para hacer frente a una futura responsabilidad civil como consecuencia de los daños físicos y morales que pudo haber causado a la víctima por sus actos.

El procesado compareció esta semana ante el magistrado en la sede de Vía Alemania, en Palma, para realizar una declaración indagatoria. El hombre se ratificó en su anterior declaración judicial y volvió a negar los hechos de forma tajante. El sospechoso negó haber sometido a tocamientos íntimos a la joven tras el simulacro de batalla entre moros y cristianos en la playa de Can Repic. Únicamente reconoció que le pintó la cara con pintura negra, como se suele hacer en la popular fiesta sollerica.

Ahora, el caso, cuya instrucción ya ha acabado, será remitido a la Audiencia de Palma, que enjuiciará los hechos después de que la fiscalía formule su escrito de acusación.

El magistrado ha tenido en cuenta los informes forenses y la declaración de la víctima para fijar la fianza de responsabilidad civil. También ha valorado las declaraciones de testigos, de la perjudicada y los informes periciales técnicos para concluir que los hechos que se imputan al vecino de Sóller constituyen un delito de agresión sexual.

15 de mayo de 2017

Según se desprende del auto de procesamiento, los hechos se remontan al pasado 15 de mayo de 2017, cuando el acusado, de 37 años, se encontraba en la batalla de moros y cristianos de es Firó de Sóller en la zona de Can Repic, acompañado por otros dos o tres individuos no identificados.

Sobre las cinco y media de la tarde, una joven de 19 años se hallaba en esa zona junto con unos amigos. Antes de pasar el puente de Can Repic, ella se detuvo para saludar a una conocida y perdió de vista a sus allegados debido a la aglomeración de gente que había en la fiesta.

Cuando la víctima entró en el puente, presuntamente fue abordada por el procesado que le dio una fuerte palmada en las nalgas al tiempo que le decía: "Eres y también que si le daba "permiso para tocarle el culo", a lo que ella respondió que no. Entonces, el sospechoso añadió: "Pues si no me das permiso para tocarte el culo, te toco las tetas".

Acto seguido, el hombre y los otros individuos no identificados rodearon a la joven, dos por delante y dos por detrás, sin dejarla escapar y le pusieron pintura con fuerza en varias zonas del cuerpo, así como en el interior de los ojos, lo que le produjo lesiones, según el magistrado.

Sin el consentimiento de la perjudicada, la sometieron a tocamientos en las nalgas y los pechos de forma insistente durante varios minutos e intentaron bajarle a la fuerza el pantalón que llevaba, pero no lo consiguieron porque llevaba un cinturón.

Tocamientos íntimos

A continuación, el procesado y sus acompañantes supuestamente introdujeron la mano por debajo del short para tocarle la zona genital por encima de la ropa interior. Estos hechos, según el juez, causaron un gran bloqueo a la joven y una situación de gran desasosiego y angustia, que impidió que pidiese ayuda y pudiese huir del lugar.

Finalmente, los sospechosos se marcharon del lugar y, minutos más tarde, la víctima pidió ayuda a una patrulla de la Policía Local de Sóller que se encontró.

La afectada denunció los hechos e identificó al procesado sin ningún género de dudas como uno de los autores. A consecuencia de lo ocurrido, la joven tuvo un ataque de ansiedad, una contusión ocular izquierda y un hematoma digiforme en el brazo izquierdo. Tardó en curar de las lesiones cinco días, según el auto judicial.