La Audiencia de Palma celebró ayer la prueba pericial durante la cuarta sesión del juicio por la presunta estafa millonaria en la escuela de pilotos Air Pal, que cerró sus puertas a finales de 2007 dejando a una treintena de alumnos sin su dinero y sin completar su formación. Un perito recalcó que no pudo realizar un informe completo sobre la situación y la viabilidad de la empresa ya que nunca dispuso de la contabilidad de la entidad.

El especialista indicó que no había información en el Registro Mercantil. Según su versión, en 2005, con los antiguos propietarios, la empresa estaba en proceso de disolución.

Otro perito de la defensa, un economista, explicó que resultaba determinante tener dos alumnos más para la academia para ser viable. Hoy está previsto que las partes realicen sus conclusiones e informes y que el caso quede visto para sentencia.