Los Bombers de Palma han sofocado en lo que llevamos de año 143 incendios de contenedores, según las cifras facilitadas ayer por el cuerpo de emergencias. La cifra revela que la actividad del pirómano que desde diciembre pega fuego a los depósitos de basuras de la ciudad no se ha traducido en un aumento considerable del número de siniestros de este tipo. La media de 2018 se sitúa en 15,8 incendios al mes, frente a los 14,6 del año anterior y los 16,4 de 2016.

El reparto geográfico de los fuegos se corresponde también con los de épocas anteriores. El parque central de Son Malferit ha atendido 62 de los 143 incendios, seguido del de sa Teulera, con 33 servicios, y el de la Playa de Palma, que ha sofocado ocho incendios.

Desde el año 2011 son ya 1.301 los incendios en depósitos de basuras de la ciudad. El año con mayor incidencia fue 2013, cuando los bomberos sofocaron 201 fuegos de este tipo. Las pérdidas que han causado estos incendios son millonarias. Hay que tener en cuenta que cada uno de estos siniestro afecta a varios contenedores, que Emaya valora en unos mil euros cada uno.

223 contenedores quemados

Los 143 incendios extinguidos por los bomberos este año han afectado a un total de 223 contenedores223 contenedores, según datos de Emaya. Estos siniestros han supuesto un desembolso de más de 200.000 euros de las arcas públicas.

Tanto la Policía como los bomberos tienen claro que la inmensa mayoría de los fuegos declarados en 2018 han sido provocados de forma intencionada. El grupo de Atracos mantiene abierta una investigación para dar con el autor o autores de esta oleada de incendios. El pirómano utiliza habitualmente productos como pastillas de barbacoa que le permiten marcharse del lugar antes de que los contenedores queden envueltos en llamas. Los agentes tienen abiertas varias líneas de investigación.