El hombre de 43 años acusado de degollar con una botella a un joven en Palma ingresó ayer en prisión por orden del juez de guardia por un delito de intento de homicidio. El sospechoso ofreció ante el magistrado una versión confusa sobre lo ocurrido, pero según declararon varios testigos cometió la agresión tras recibir una paliza. Sus allegados sostienen que padece un trastorno mental. La víctima, de 18 años, tuvo que recibir 128 puntos de sutura por los cortes sufridos en el cuello, la oreja, los brazos y las piernas y estuvo varios días hospitalizado.

El acusado fue trasladado a primera hora de la mañana por la Policía a los juzgados de Vía Alemania. Entró y salió del edificio con una mano en un costado, quejándose de los dolores que padece, según sostiene, desde que ocurrieron los hechos el pasado 1 de septiembre. En su declaración apenas aportó información acerca de lo ocurrido. El juez, como había solicitado la fiscalía, ha decreato su ingreso incondicional en prisión. Poco antes de las dos de la tarde, el hombre, de nacionalidad marroquí, ha sido trasladado al centro penitenciario de la carretera de Sóller.

El acusado fue arrestado ayer, cuando acudió al hospital Son Llàtzer para ser atendido de unas lesiones sufridas durante la reyerta. El hombre contó que llevaba días escondiéndose de la Policía y desde el centro alertaron a los agentes, que lo arrestaron. El grupo de Homicidios lo tenía identificado como el presunto autor de la agresión desde el primer día.

Los hechos ocurrieron en un salón de juegos de la calle Metge Josep Darder en la madrugada del día 1. Según varios testigos, el acusado y un grupo de jóvenes se enzarzaron en una pelea. Al parecer, el acusado fue agredido y optó por atacar a uno de sus rivales con una botella rota. Le causó cortes en el cuello, los brazos, las piernas y una oreja y huyó. El perjudicado recibió 128 puntos de sutura.