El hombre acusado de degollar a un joven de 18 años con una botella rota en un salón de juegos de Palma hace tres semanas fue detenido ayer en Son Llàtzer. El sospechoso, un marroquí de 43 años, acudió por la mañana al hospital por unas lesiones sufridas en la reyerta y contó que llevaba días escondiéndose de la Policía. Una patrulla acudió al centro, lo identificó y comprobó que era el hombre al que el grupo de Homicidios llevaba tres semanas buscando por la brutal agresión. La riña se inició cuando el acusado y otro hombre manosearon e hicieron proposiciones sexuales a un grupo de chicos. La víctima sufrió varios cortes, el más grave de 25 centímetros en el cuello, y pasó varios días en hospitalizada.

Los hechos ocurrieron el pasado día 1 en un salón de juegos de la calle Metge Josep Darder. Esa madrugada coincidieron en el local un grupo de jóvenes españoles y dos hombres marroquíes. Según la investigación policial, estos últimos empezaron a acosar a uno de los chicos. Ese fue el origen de una pelea entre los dos grupos que acabó a las puertas del establecimiento.

Allí, uno de los hombres rompió una botella de cristal y la utilizó como arma contra uno de los jóvenes. Le causó un gran corte en el cuello y otros tajos en los brazos, las piernas y una oreja. Tras la agresión, se dio a la fuga. La víctima fue atendida por los servicios sanitarios y trasladada de urgencia a Son Espases en estado grave. Los médicos comprobaron que había perdido mucha sangre, pero no tenía ningún órgano vital afectado. Estuvo varios días ingresado por las lesiones sufridas.

El grupo de Homicidios de la Policía Nacional puso en marcha una investigación. Las pesquisas permitieron identificar rápidamente al presunto autor de la agresión, un hombre marroquí de 43 años. Los agentes no pudieron dar con él y emitieron una requisitoria policial.

El fugitivo también salió malparado de la riña. Durante tres semanas sufrió diversas molestias sin atreverse a acudir a un centro médico por temor a ser capturado. Ayer no pudo más. A primera hora de la mañana se presentó en el área de Urgencias del hospital Son Llàtzer para ser atendido. El hombre explicó que tenía varios dolores y confesó que llevaba semanas escondiéndose de la Policía. Desde el centro llamaron a una comisaría y alertaron de la presencia del sospechoso, que no mostró intención de marcharse.

Una patrulla acudió enseguida al hospital e identificó al hombre. Los agentes comprobaron que sobre él pesaba una requisitoria por el intento de homicidio.