Un juzgado de Palma condenó ayer a un joven a un año de prisión por incendiar contenedores en la ciudad a principios de marzo de 2013. El joven, de 28 años y que ayer por la mañana estaba privado de libertad, confesó los cargos ante la magistrada.

El sospechoso también tendrá que indemnizar a Emaya, la empresa municipal de Palma propietaria de los depósitos de basura, con casi 2.000 euros por los daños causados.

El acusado actuó la madrugada del pasado 3 de marzo de 2013 en la zona de las Avenidas de Palma, donde pegó fuego a tres contenedores. Quemó los depósitos utilizando un encendedor y unos pequeños bultos empapados en gasolina. Según la fiscalía, arrojó estos objetos en llamas en el interior de cada contenedor. El mobiliario urbano se quemó entero y quedó completamente destruido.

Ayer al mediodía, el joven, que permaneció fugado de la Justicia durante cerca de cuatro años, se declaró autor de un delito de daños con incendio en un juzgado penal de Palma. Se conformó con la condena de un año de cárcel. Inicialmente, el fiscal reclamaba para él una pena de tres años de prisión.

Sentencia 'in voce'

Tras el reconocimiento de los hechos efectuado ante la sala, la jueza dictó sentencia 'in voce'. Le impuso un año de cárcel y, en concepto de responsabilidad civil, fijó una indemnización de 1.999 euros en favor de Emaya por los tres contenedores destruidos por el fuego.

El abogado defensor pidió la suspensión de la pena y el fiscal no se opuso durante un tiempo de dos años, por lo que la magistrada finalmente le suspendió la condena por un periodo de dos años en los que no podrá delinquir y con la condición de que pague la compensación económica a la empresa municipal de Palma.

La jueza también acordó ayer mismo su inmediata puesta en libertad, tras la celebración de la vista oral, ya que el joven había sido detenido horas antes debido a la orden de busca y captura que pesaba sobre él desde hacía unos cuatro años.

Los hechos ocurrieron aproximadamente a las dos de la madrugada del pasado 3 de marzo de 2013 cuando el encausado, movido por un afán de causar desperfectos y provisto de un encendedor y de unos pequeños bultos empapados en gasolina, pegó fuego a tres contenedores de basura que se hallaban ubicados en la calle Antoni Ribas, en las inmediaciones de las Avenidas de Palma.

El muchacho lanzó los bultos encendidos dentro de cada depósito de desechos, que acabaron totalmente destruidos por el efecto de las llamas. Los peritos tasaron los desperfectos ocasionados en los contenedores en 1.999 euros.

La sentencia dictada ayer, al haber alcanzado un acuerdo la fiscalía y el abogado de la defensa, ya es firme.