Un joven perjudicado reconoció ayer en un juicio en la Audiencia de Palma que mintió al denunciar que un atracador le había violadoal obligarle a practicar una felación en la ciudad en la Nochebuena de 2015 por vergüenza al tener que contarlo delante de sus padres. "Yo dije que él había abusado de mí y mentí por vergüenza, por miedo. Practiqué sexo oral con él. Mentí en ese aspecto. Me daba vergüenza contarlo delante de mis padres, tenía miedo, rabia. No hubo agresión sexual ni abuso sexual", aseguró el muchacho ante el tribunal de la sección primera.

La víctima, que en esas fechas tenía 17 años, se desdijo de su anterior declaración y también recalcó que había sufrido amenazas el año pasado. "Me dijeron que me iban a pegar dos tiros. No fueron amenazas directamente de él", aclaró. Tras exculpar al acusado de la violación, sí que le incriminó en el violento robo a punta de navaja. Según su versión, el sospechoso, de 22 años y que actualmente está preso por otra causa, le pidió su teléfono móvil y luego le puso una navaja para que le entregara todo lo que tuviera. "Le di el móvil y se fue", detalló.

La fiscal pidió ayer a la Audiencia de Palma que deduzca testimonio a la víctima por mentir por acusación y denuncia falsa. El ministerio público retiró los cargos contra el encausado por el delito de agresión sexual y mantuvo su acusación por un robo con intimidación y uso de arma con la circunstancia agravante de reincidencia y la atenuante de reparación del daño. La fiscal solicitó para el sospechoso cuatro años de prisión. Incialmente, el joven se enfrentaba a 13 años.

Por su parte, su abogado defensor pidió una pena de seis meses de cárcel por robo con la agravante de reincidencia y las atenuantes de reparación del daño, toxifrenia, confesión y el escaso valor y menor entidad del botín.

El encausado recalcó en el turno de la última palabra: "Todo lo que tengo es por robo. No me considero un violador". El joven negó en rotundo haber agredido sexualmente al perjudicado. "Mi intención era robarle. Le dije que fuéramos a casa de un amigo para cargar su teléfono. Era una excusa para robarle. Caminamos por el Paseo Marítimo y antes de llegar a sa Feixina le pedí el teléfono y él me lo dio. Luego le saqué una navaja para que no me siguiera", indicó. La víctima confirmó el atraco a punta de navaja.