La Policía Local de Palma arrestó la pasada semana a un boliviano de 40 años que presuntamente hirió a su mujer, de 37, en la mano con unas tijeras. Fueron unas vecinas de la zona quienes oyeron los gritos de la víctima a través de un patio compartido y llamaron al 092. Los policías desconocían dónde se había producido la agresión, pero inspeccionaron varias viviendas hasta que encontraron a la mujer herida y arrestaron al presunto atacante.

Fuentes de la Policía Nacional informaron de que los hechos ocurrieron sobre las once y media de la noche del martes de la semana pasada. Unas jóvenes llamaron al 092 y explicaron que habían oído a una mujer pidiendo auxilio a gritos. Una patrulla acudió a su domicilio y las jóvenes contaron que los gritos venían del otro lado de un patio compartido por varias viviendas, sin poder precisar de dónde.

Los policías vieron que las voces podrían proceder de varios domicilios distintos, por lo que pidieron refuerzos y se dividieron para inspeccionarlos todos.

Una de estas patrullas se presentó en una vivienda de la calle Joan Munar y se encontró con que la puerta estaba abierta y en el interior se oían los lamentos de una mujer. Ante la posibilidad de que esta persona estuviera en peligro, entraron en la casa presentándose como policías. Allí encontraron a la víctima, que tenía varios cortes en los dedos de una mano y restos de sangre en las piernas, que les dijo que su marido la había herido con unas tijeras.

En ese momento salió también un hombre, que les manifestó que habían mantenido una discusión y que había sido ella quien le había agredido a él. Añadió que ya habían tenido altercados similares y que siempre su mujer la agredía. Sin embargo, cuando los agentes le examinaron no detectaron que tuviera ninguna lesión.

Por su parte, la mujer explicó que su marido es muy celoso y controlador, y que la va a buscar a la salida de su trabajo. Ese día, según su relato, había salido antes y había vuelto a casa sin esperarle. Cuando él llegó a casa estaba muy enfadado y mantuvieron una discusión, durante la cual él la había atacado con unas tijeras. Ella se protegió con las manos y sufrió varios cortes en los dedos. La mujer relató también que había sufrido otros episodios de malos tratos anteriores y que la forzaba a tener relaciones sexuales.

El hombre quedó inmediatamente detenido y a la mujer se le ofreció entrar en el programa de víctimas de delitos. Sin embargo, poco después comentó que no iba a denunciar por miedo.