Una discusión de tráfico derivó en una brutal agresión de un padre y un hijo en Llucmajor. El vástago comenzó a golpear a la víctima con una barra de hierro en la cabeza. Luego, el progenitor le atacó arrojándole un bloque de hormigón armado. La Audiencia Provincial de Palma ha ratificado una sentencia por la que se les condena a ambos a seis años de prisión, tres a cada uno, por un delito de lesiones con objeto peligroso y otro de daños, por los destrozos que causaron en el coche.

Los hechos por los que ahora han sido condenados se cometieron sobre las dos de la tarde del 4 de julio del pasado año. A esa hora, padre e hizo circulaban en su vehículo por la calle Mendivil de Llucmajor hacia su casa.

De repente, el padre y el hijo se toparon con un conductor que les impedía el paso al hacer maniobras con su coche. En primer lugar se inició una acalorada discusión por este motivo. De repente, el vástago se apeó del vehículo, cogió un tubo de hierro y golpeó con él en la cabeza de la víctima.

Golpes en el suelo

Lejos de apaciguar los ánimos, el progenitor se sumó al brutal ataque al conductor. El padre cogió un bloque de hormigón armado y se lo arrojó en la cabeza de la víctima. El agredido no pudo tenerse en pie y se cayó al suelo.

Mientras yacía el herido en la calzada, padre e hijo le propinaron toda suerte de golpes alalimón. Cuando la víctima ya no se podía mover, su objetivo fue el coche. Los agresores le causaron todo tipo de desperfectos.

A continuación, los agresores abandonaron el lugar dejando a la víctima malherida. El brutal ataque le causó a la víctima un traumatismo craneoencefálico, con una herida inciso contusa frontoparietal izquierda de 14 centímetros de longitud. La lesión que le ocasionaron tardó en curar treinta días. Como secuela le ha quedado una cicatriz lineal muy visible. La Guardia Civil no tardó en detener ese mismo día a los agresores.

El Juzgado de lo Penal número 4 de Palma condenó a Cristóbal C.M. y a Juan C.G. a tres años de cárcel a cada uno por un delito de lesiones con uso de instrumento peligroso. También les condenó por un delito de daños a ocho meses/multa hasta alcanzar la suma de 960 euros y abonar los desperfectos causados en el coche por valor de 1.790 euros.

La Sección Segunda de la Audiencia de Palma ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por los procesados y ha ratificado todos los extremos de la sentencia del Juzgado Penal 4.