Tarde se han despertado los grupos en contra del desdoblamiento de la carretera de Llucmajor a carretera LlucmajorCampos. Un año después de que el proyecto fuera aprobado por todos los grupos políticos del Consell y cuando ya se ha anunciado la adjudicación de las obras. Y la mala suerte ha querido que sus protestas hayan coincidido con una desgracia, el fallecimiento de un motorista que la semana pasada se estrelló contra un coche esta misma vía. Esta circunstancia ha dado argumentos a los partidarios de la obra y al mismo presidente del Consell, Miquel Ensenyat, que manifestó que no quería tener muertes sobre su conciencia por no llevar adelante la infraestructura. Y ha reactivado la campaña que llevó a bautizar este tramo como "la carretera de la muerte". Con una pequeña puntualización: que es mentira. No es la carretera más cruenta de Mallorca, ni de lejos.

Diez personas han fallecido en accidentes de circulación en este tramo desde 2010, lo que la sitúa a la misma altura que otras vías de similares características de la isla. En este mismo periodo, en la autopista de Palma a Llucmajor han perdido la vida diecinueve personas. Pero si lo que se plantea es desdoblar los tramos en los que ha habido accidentes mortales, les damos la lista de este año: Carretera Vieja de Sineu (dos muertos), carretera de Sóller (dos muertos), Muro-Can Picafort, Santa Margalida-Can Picafort, Colònia de Sant Jordi-Ses Salines, Artà-Capdepera, Camí de sa Torre, Campos-Santanyí y Llucmajor-s'Estanyol. Así que ya pueden empezar a asfaltar.

Hay argumentos a favor del desdoblamiento. Esta carretera, como principal acceso a las playas del sur de la isla, soporta una gran densidad de tráfico y seguro que hay informes técnicos que recomiendan la obra. Además, los vecinos de Campos están en su derecho de querer ir a Palma por autopista, como los de Llucmajor. La obra colocaría además a Campos a apenas media hora de la capital, lo que podría suponer un gran impulso económico, con la llegada de nuevos vecinos que se plantearían la posibilidad de ir cada día a trabajar a Palma.Por eso no es necesario recurrir a las víctimas de los siniestros.

Y un apunte profético. El desdoblamiento se llevará a cabo. Y seguirá habiendo accidentes mortales.

Un intruso en el parque

La presencia de un ratoncito en el parque central de Bombers de Palma, en Son Malferit, causó auténticos quebraderos de cabeza. El ruido que provocaba el pequeño roedor era escuchado por los bomberos, pero el animal era especialmente difícil de localizar debido a sus diminutas dimensiones. Capturarlo se convirtió en una prioridad. Pese a su inofensiva apariencia, el ratón era un verdadero peligro dentro del parque de bomberos, tal y como ocurre en los aviones. Se dedica a roer todo lo que tiene a su alcance y puede poner en verdadero riesgo a los servicios de extinción si daña los tubos de los equipos de respiración autónomos o los cables, por ejemplo, de la autoescalera. Un bombero tuvo que hacer gala de todos sus reflejos para capturar al escurridizo ratoncito, cogerlo con un guante con sumo mimo y, por supuesto, sacarlo de las dependencias.

Atrapado en una estufa

Los Bombers de Mallorca también tuvieron problemas con un animal en Cala Millor, aunque bien distintos. Sobre las cuatro de la tarde del jueves, un pequeño gato se quedó atrapado al introducir la cabeza en el interior la carcasa de una estufa de butano, donde se coloca la bombona. El felino no podía salir por sus medios y empezó a patalear desesperado sin escapatoria. La actuación de una dotación de Bombers de Mallorca, del parque de Artà, resultó providencial para rescatar al animal. Mientras, el bombero sujetaba al minino con una mano, con la otra cortaba el metal con una tijera especial para este efecto. Finalmente, el animal pudo ser liberado sin un rasguño.

Menudo lío

Las desavenencias de tres ciudadanos chinos por el traspaso de un negocio ha llegado esta semana a los juzgados de Palma. El juicio fue muy farragoso porque ninguno de ellos habla castellano con fluidez y precisaron ser asistidos por una intérprete. La traductora, para mas inri, conversaba con los implicados al margen de las preguntas, por lo que la jueza tuvo que recordarle su deber de limitarse a contar las respuestas de los acusados. Un lío.

Excusatio non petita

El dueño de un prostíbulo de Palma declaró esta semana como testigo en un juicio contra un cliente del establecimiento por una estafa. Sin que nadie se lo preguntara, el hombre repitió hasta cuatro veces que nunca ha consumido ningún tipo de droga. Tanta insistencia hizo sospechar a más de uno.