La Policía Nacional de Palma ha detenido a un joven marroquí de 21 años que presuntamente entró a robar en los conventos de es Secar de la Real y Artà. En los dos casos el ladrón fue sorprendido por los monjes en el interior de sus habitaciones, de donde se llevó diversos efectos. El sospechoso había sido identificado tanto por la Policía como por la Guardia Civil y la semana pasada fue arrestado durante un control policial en la calle General Riera.

El primer robo se cometió en la madrugada del pasado 17 de agosto en el monasterio de es Secar de la Real. Uno de los monjes se percató de la presencia de una persona en su habitación. Al verse descubierto el intruso salió por la ventana y emprendió la huida por el tejado. El ladrón había trepado el muro del monasterio, atravesó el huerto y forzó una cristalera para entrar en el inmueble. Recorrió varias estancias hasta que llegó a la habitación, de donde se llevó una mochila.

El 6 de septiembre se perpetró otro robo similiar en el convento de los franciscanos de Artà. El ladrón recorrió varias habitaciones durante la noche y se llevó efectos, hasta que uno de los monjes se despertó y dio la voz de alarma. El intruso de nuevo se dio a la fuga.

Las gestiones realizadas tanto por Policía Nacional como por la Guardia Civil permitieron identificar al sospechoso como un joven marroquí de 21 años, por lo se difundió una orden de búsqueda.

Finalmente, el pasado viernes, el joven fue interceptado durante un control policial instalado en la calle General Riera. Los agentes de la Unitad de Intervención Policial (UIP) le identificaron y comprobaron que tenía una requisitoria en vigor, por lo que fue inmediatamente detenido.