Un matrimonio de ancianos y su hija fueron rescatados ayer tras estar a punto de despeñarse con su coche por un barranco en Andratx. El vehículo atravesó un muro, se precipitó por un desnivel de unos tres metros y quedó al borde de un barranco. En un delicado operativo, los bomberos amarraron el turismo y lograron liberar a los tres afectados. Se llevaron un gran susto pero solo sufrieron heridas leves.
El aparatoso accidente ocurrió al filo de la una de la tarde en la travesía Antoni Mulet, una empinada y estrecha calle sin salida que lleva al cementerio del pueblo. El coche bajaba la cuesta con la anciana de 79 años al volante y su marido, de 83, y su hija, de 52, en la parte trasera. Al encontrarse de frente en una curva con otro vehículo, el turismo acabó llevándose por delante un pequeño muro y cayó por un desnivel. Quedó en posición vertical, apoyado en un rellano de la ladera y con un barranco delante.
El conductor del otro automóvil, de la empresa que gestiona el suministro de agua en la localidad, alertó de lo ocurrido. Según dijo, la conductora no intentó apartarse ni frenó cuando se encontraron en la carretera, sino que siguió una trayectoria completamente recta.
Dotaciones de los Bombers de Mallorca, patrullas de la Policía Local de Andratx, personal del centro médico del pueblo y varias ambulancias acudieron rápidamente al lugar. Los tres ocupantes del coche estaban atrapados y asustados. La prioridad de los equipos de emergencias fue evitar que el vehículo se despeñara. Pidieron a los afectados que intentaran mantener la calma y se movieran los menos posible ante el riesgo de acabar cayendo por el barranco.
Los bomberos amarraron el coche con cinchas a dos de sus camiones para asegurarlo y se centraron entonces en rescatar a los ocupantes. Con una escalera de mano, instalaron una pasarela por la que salió la hija. El padre fue izado a pulso por los bomberos hasta la calle y la conductora salió del coche por sus propios medios hasta el rellano y luego subió con la escalera. Los tres fueron atendidos entonces por los efectivos sanitarios. Presentaban lesiones leves y fueron trasladados en ambulancia a una clínica de Palma. La calle quedó cortada durante una hora. La alcaldesa, Katia Rouarch, y la concejal Estefanía Gonzalvo acudieron al lugar para interesarse por lo ocurrido.
