En el salón del número 6 de la calle Teix solo hay un camastro, una mesita y un enorme televisor. No hace falta nada más, porque allí no vive nadie. Era uno de los puntos de venta de drogas más activo de la barriada palmesana de La Soledat. Durante las 24 horas del día se servía marihuana, hachís y cocaína a través de una ventana, en transacciones rápidas y discretas. Fue uno de la decena de negocios desmantelados anteayer por la Policía en la 'Operación Atila', una investigación contra el entorno de 'El Pablo'entorno de 'El Pablo en el que han sido detenidas una mujer y cinco hombres, entre ellos un cuñado del histórico traficante.

El operativo policial, con seis registros en la calle Teix, tres en la calle Randa y dos en Rector Petro, ha permitido decomisar 540 gramos de cogollos de marihuana, 70 de cocaína y siete de hachís en los diferentes puntos de venta. Estos se abastecían de cannabis en varios invernaderos dotados de potentes lámparas y sistemas de ventilación, conectados de manera fraudulenta a la red eléctrica, y en los que se intervinieron 225 plantas. Además, se decomisaron 2.800 euros en efectivo, dos básculas de precisión, una pistola simulada y una daga, según informó ayer la Policía.

Parte de las drogas fueron halladas en auténticos búnkeres de puertas blindadas y gruesos tabiques. Escarmentados por las dificultades encontradas en registros anteriores, los investigadores recurrieron a sus especialistas de Madrid, el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT). Este equipo, armado con sierras radiales, arietes y mazas, desencajó puertas, abrió boquetes en las paredes e incluso rastreó con cámaras en las tuberías en busca de drogas y dinero. También los perros adiestrados de la Policía buscaron estupefacientes escondidos.

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El operativo, en el que participaron un centenar de agentes, culmina una investigación impulsada por la Fiscalía Antidroga, la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional y el juzgado de instrucción número 3 de Palma contra la venta de estupefacientes a pequeña escala en La Soledat. La sombra de Pablo Campos Maya, recién condenado a cuatro años y medio de prisión por narcotráfico, es alargada. 'El Pablo' no figura entre los investigados, pero las pesquisas apuntan a que su clan sigue monopolizando la venta de drogas en el barrio, donde el patriarca logró hacerse en los últimos años con decenas de inmuebles.