El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) ha logrado interceptar un cargamento de 300 kilos de cocaína en un barco entre Mallorca y Eivissa. Es la mayor aprehensión de esta droga llevada a cabo en Balears en más de una década. Los agentes abordaron la embarcación HCH-X el domingo de madrugada con un imponente despliegue y arrestaron a sus cinco tripulantes, cuatro holandeses y un alemán de entre 19 y 55 años que llevaban desde 2016 preparando el operativo desde el puerto deportivo de Port Adriano (Calvià). La droga, procedente de Colombia, de gran pureza y valorada en más de 18 millones de euros, había sido lanzada al mar desde un carguero. El cargamento no iba a pasar por Balears, sino que según sospechan los investigadores su destino era un puerto catalán para transportarlo después por carretera a Holanda. La operación sigue abierta con la colaboración de la Policía de ese país.

La 'Operación Haircut' es fruto de una larga investigación del SVA, dependiente de la Agencia Tributaria. A mediados de 2016, la llegada a Mallorca de una embarcación vinculada a una organización de narcos levantó sus sospechas. Durante meses, los agentes siguieron los pasos del HCH-X, con bandera de Gibraltar, y su tripulación -sin oficio conocido pese a su elevado nivel de vida- con la colaboración de la Policía holandesa y Europol. Las pesquisas, tuteladas por el juzgado de instrucción número 8 de Palma, revelaron que estaban esperando un gran alijo de cocaína.

La embarcación sospechosa salió de Mallorca el sábado, con un discreto y efectivo despliegue de medios áereos y terrestres de Vigilancia Aduanera tras ella. El barco puso rumbo a Eivissa y durante la madrugada del domingo los cinco sospechosos estuvieron recogiendo del mar grandes mochilas cargadas de cocaína, lanzadas poco antes desde un carguero, un método conocido como 'drop-off'.

Tras comprobar que habían cargado ya una importante cantidad de droga y solicitar autorización a las autoridades británicas, el HCH-X fue abordado desde el patrullero Paiño del SVA, a las siete y media de la mañana del domingo a unas 18 millas al oste de Eivissa. Los agentes, fuertemente armados, arrestaron a los cinco tripulantes y recogieron 150 kilos de cocaína que estos no habían podido localizar, en cinco fardos impermeabilizados unidos con cuerdas.

Tanto el barco como los detenidos fueron trasladados el domingo al puerto de Palma. Allí se llevó a cabo un minucioso registro de la embarcación, que permitió encontrar otros 150 kilos de cocaína escondidos en un doble fondo en el suelo del camarote del capitán. Los 300 kilos de droga incautados suponen la mayor aprehensión de esta droga en Balears en los últimos doce años, desde que en 2006 fuera interceptado en aguas de Eivissa un cargamento de 2.400 kilos en el catamarán Tatibat.

La investigación sigue abierta. Según las pesquisas, la droga es de gran pureza y procede de Colombia, con un valor en el mercado que supera los 18 millones de euros. Los agentes del SVA apuntan a que los traficantes pretendían llevar el cargamento de droga a un puerto de Girona. Una vez desembarcado, iba a ser introducido en dobles fondos de vehículos para llevarlo por carretera a Holanda, cuya Policía está llevando a cabo varios registros y tratando de detener al resto de miembros de la organización. Desde allí, probablemente iba a ser distribuido a varios países de Europa Central.

El cargamento de droga fue desembarcado ayer en el puerto de Palma en presencia del delegado de la Agencia Tributaria en Balears, Arnau Cañellas, que felicitó a los agentes del SVA por el brillante resultado del operativo. Estaba previsto que los cinco acusados fueran interrogados por los investigadores a lo largo de la jornada para ser puestos a disposición judicial en Palma en las próximas horas.