Una asociación de cannabis del Port de Pollença se dedicaba abiertamente a la venta de droga. Hasta el punto de que la pareja que regentaba el local se anunciaba en internet y ofertaba en la red los distintos precios de las sustancias estupefacientes. La Policía Nacional detuvo a una pareja británica, propietaria del negocio, y a una empleada española como presuntos autores de un delito contra la salud pública.

La investigación se inició a raíz de un oficio emitido por la Fiscalía Antidroga de Balears. El Ministerio Público instaba a la Policía a averiguar si una asociación radicada en el Port de Pollença era, en realidad, una tapadera para el tráfico de drogas.

Así, los agentes utilizaron varias líneas de investigación para esclarecer los hechos. Por un lado, averiguaron que una pareja británica regentaba dicho local, en el que trabajaba también una mujer española.

Los policías hallaron a numerosos compradores en dicho establecimiento. Tras un breve periodo de tiempo, los consumidores abandonaban el local con una pequeña cantidad de droga en su poder, que acababan de adquirir en dicha asociación.

Las pesquisas policiales a través de internet fueron aún más esclarecedoras. Así, los agentes localizaron en la red varios vídeos promocionales de la asociación cannábica del Port de Pollença. En las imágenes, subidas a un conocido portal, aparecía la pareja británica que regentaba el local y mostraban las distintas drogas que ofertaban con varios precios. A partir de estas averiguaciones en torno a esta entidad, la Policía Nacional activó la denominada 'Operación Cenicero'.

La fase de explotación culminó sobre las siete y cuarto de la tarde del lunes. Varias unidades de la Policía Nacional procedieron a la entrada y registro del establecimiento para acreditar que, en realidad, se dedicaba abiertamente al tráfico de droga.

Un arma prohibida

Los agentes detuvieron a la pareja británica que regentaba el local y a la empleada española, que trabajaba allí. También se identificó a nueve clientes que habían acudido a comprar marihuana. Levantaron nueve actas por tenencia de drogas y a uno por portar armas prohibidas: una navaja con apariencia de tarjetero.

En el local intervinieron dos kilos y medio de marihuana, cinco gramos de hachís, ocho botes de resina de hachís y 570 euros en metálico. También requisaron básculas de precisión, una prensa hidráulica y diversas cartas con distintas variedades de droga y sus correspondientes precios.