"Escuché un llanto muy débil de bebé cuando me asomé a la calle a las diez de la mañana. Era un llanto flojito. Miré para arriba hacia los pisos de encima y no le di ninguna importancia", explicó ayer Wafae a las puertas de su trabajo. "Luego, por la noche, me enteré de la desgracia.aseguró la joven, que tiene un bebé. Según dijo, se sentía culpable porque a lo mejor podía haber hecho algo más.

Los vecinos de la calle s'Hort des Cabré, en Manacor, estaban ayer desolados. Varios indicaron que habían pasado un par de veces junto al coche estacionado el viernes por la mañana y no vieron a la niña. Ayer, el vehículo seguía en el mismo lugar con la sillita y una mochila con los efectos de la bebé fallecida. El abuelo, que trabajaba como jardinero, dijo que la dejó dormida en el coche y se despistó. Sus allegados indicaron que tenía problemas de memoria y del corazón. En Son Macià, reinaba la tristeza. Las fiestas se suspendieron.