La jueza de guardia decretó anteayer el ingreso en prisión de dos de los seis detenidos por traficar con mujeres africanas y obligarlas a ejercer la prostitución en Mallorca. La magistrada dejó en libertad con cargos a los otros cuatro acusados, todos imputados por delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

La investigación sobre esta red de proxenetas se inició en Las Palmas de Gran Canaria, donde la organización también estaba asentada, explicaron fuentes policiales. A Canarias llevaban a mujeres nigerianas mediante engaños, para una vez allí forzarlas a ejercer la prostitución en zonas turísticas. Las pesquisas revelaron que la banda actuaba también en Mallorca, por lo que la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades documentales (UCRIF) de la Jefatura de Policía de Palma inició su propia investigación.

La operación ha culminado esta semana, con la detención en Palma de seis presuntos miembros de la red, varios de ellos en la barriada de Son Gotleu. La Policía sostiene que forzaban a las mujeres a ejercer la prostitución para pagar su viaje a España y que las amenazaban con rituales de vudú, para tenerlas atemorizadas con la posibilidad de que ellas o sus familiares sufrieran males.