La fiscalía pide cuatro años de prisión para un conductor acusado de la muerte de otro al saltarse un semáforo en rojo cuando circulaba ebrio y a gran velocidad en Palma. En el siniestro, ocurrido en la madrugada del 29 de enero de 2017 junto a s'Escorxador, también resultó herida grave la acompañante del fallecido. El ministerio público imputa al procesado delitos de homicidio y lesiones imprudentes y contra la seguridad vial. Además de la pena de prisión reclama la retirada del permiso de conducir durante seis años, lo que supone la pérdida de vigencia.

El acusado, de 29 años y que pasó un mes y medio en prisión preventiva, compareció ayer en una vista previa en un juzgado de lo penal de Palma. La fiscalía ofreció un acuerdo de conformidad para que el joven aceptara tres años y tres meses de prisión sin posibilidad de suspender la condena. El acusado rechazó la propuesta y el juicio se celebrará finalmente a finales de año.

El siniestro, según el relato de la acusación, ocurrió a las cinco y cuarto de la madrugada del domingo 29 de enero de 2017. El sospechoso, con las facultades mermadas por el consumo de alcohol, iba al volante de un furgoneta Fiat Ducato de una empresa de alquiler. Conducía por la calle Francesc Suau a unos 98 kilómetros por hora, muy por encima de la máxima permitida.

Al llegar al cruce con la calle Francesc Fiol i Juan se topó con un semáforo en rojo. Sin embargo, no tuvo capacidad de reacción y se lo saltó. En la intersección se estrelló contra un Renault Megane en el que viajaban dos personas. El brutal impacto hizo que los dos automóviles recorrieran sin control varios metros, llevándose por delante un coche aparcado, dos árboles, un semáforo y una cabina de la ONCE.

Los dos ocupantes del Renault Megane tuvieron que ser rescatados por los bomberos. El conductor, un colombiano de 37 años, falleció en el acto. Su acompañante, de 29 años y la misma nacionalidad, resultó herida grave. Estuvo siete días hospitalizada y tardó siete meses en recuperarse. Como secuelas le quedaron cervicalgia, hernia discal, dolor en la rodilla, cicatrices y estrés postraumático leve.

La Policía Local de Palma sometió al conductor de la furgoneta a una prueba de alcoholemia tras el siniestro. El resultado fue de 0,61 miligramos por litro de aire espirado, cuando el máximo permitido es 0,25. El joven quedó detenido y fue encarcelado por orden judicial al día siguiente. Estuvo recluido en prisión hasta el 16 de marzo.

La fiscalía considera al sospechoso autor de dos delitos de homicidio y lesiones imprudentes y otro contra la seguridad vial. Por ellos reclama una pena de cuatro años de prisión y seis de privación del derecho a conducir vehículos a motor.

La compañía de seguros de la furgoneta ha consignado ya 329.545 euros para indemnizar a los familiares de la víctima mortal. El ministerio público reclama otros 5.245 euros para ellos, así como una compensación de 8.609 euros para la ONCE por los daños que sufrió la cabina y otra de 1.830 para el Ayuntamiento de Palma.