Una mujer de 47 años se encuentra ingresada en estado muy grave en Son Llàtzer tras bucear con rayas en el Palma Aquarium. Al parecer, la visitante ha sufrido un ataque de pánico y se ha quitado las gafas y el regulador. Pese a que dos buceadores estaban con ella y la sacado a la superficie, ha sufrido síntomas de ahogamiento.

Los hechos han ocurrido sobre la una de la tarde. Una familia participaba en una actividad cotidiana de buceo con rayas. En primer lugar se han sumergido los hijos, que han salido por sus medios sin problemas. Luego ha entrado el padre, que ha decidido salir del agua poco después.

Cuando la mujer se ha metido en la piscina, ha tenido una reacción inesperada. De repente, se ha quitado las gafas y el regulador y ha comenzado a tragar agua. Los submarinistas que estaban en la piscina, de unos dos metros de profundidad, la han sacado rápidamente a la superficie.

Los buceadores han comenzado a atender a la visitante y han conseguido que expulsara el agua. A continuación, la han colocado en posición de seguridad. Sin embargo en este instante ha sufrido un shock y han tenido que practicarle maniobras de reanimación cardiopulmonar.

Desde el Palma Aquárium han avisado a las asistencias sanitarias. Dos ambulancias se han personado poco después en el recinto. Los facultativos han realizado a la mujer maniobras avanzadas de reanimación cardiopulmonar. Una vez estabilizada, ha sido trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Son Llàtzer, donde ha quedado ingresada en estado muy grave.

Desde el Palma Aquàrium han expresado su consternación por el accidente acuático ocurrido y han insistido en que es la primera vez que había pasado algo similar. El director del centro, Antonio González ha insistido en su preocupación por lo sucedido. "Nuestra prioridad siempre es la seguridad y creo que se ha actuado de forma correcta. Estamos a disposición de la familia para ayudarle en todo y lo importante es que la mujer se recupere", ha insistido.