La semana pasada un joven motorista acude a la estación de la ITV de Son Oms, en la Playa de Palma a pasar la revisión obligatoria de su vehículo. El hecho de contar con cita previa no evita que tenga que esperar casi una hora a pleno sol para que le toque su turno. Durante el examen de su moto, todo parece ir bien, pero cuando le entregan el documento, le advierten de que no ha pasado la revisión: "Tiene que cambiar la matrícula, tiene una M invertida".

Al principio el motorista no entiende de qué le están hablando. ¿Una M qué? Le dicen que la letra W de su matrícula no es realmente una W, sino una letra M al revés. Nuestro amigo sigue incrédulo, pero no hay discusión posible. Tiene el certificado en la mano con la conclusión de la revisión: desfavorable. Le dicen que tiene una semana para solucionarlo sin pagar ninguna cantidad extra.

El motorista ha sido previsor y ha pedido día libre en el trabajo. Así que desde allí va directamente a un local donde hacen placas de matrícula en Palma. No necesita dar muchas explicaciones cuando pide un duplicado. "Otro con una M invertida", comentan

-Pero, ¿qué pasa? ¿Viene mucha gente con el mismo problema?

-Cada semana vienen dos o tres- le dicen.

-Se ve que hay algún sitio que hacen matrículas y no debía tener la W o se confundió, y usaba la M puesta al revés.

De ahí el motorista va a un taller cercano, donde le colocan la nueva placa. Y vuelta a Son Oms. En la ITV le han dicho que no hace falta que pida nueva cita, pero eso no evita que tenga que guardar de nuevo cola hasta que le revisan la matrícula y le dan el visto bueno. Al final ha perdido toda la mañana. Y mientras espera al sol tiene ocasión de preguntarse: ¿Cómo es posible que una casa autorizada a hacer matrículas emplee una letra invertida? ¿Qué habían hecho con la W, la habían perdido? Y después de catorce años con la letra al revés y sin tener ningún problema ¿era necesario cambiar su matrícula?

Pintar la catedral de Burgos

La semana pasada, una mujer de 64 años fue condenada a medio año de prisión por escribir los nombres de su familia con una horquilla en el Castell de Bellver a finales de julio de 2017. La acusada, a través de videoconferencia desde Burgos, aceptó la pena y se declaró responsable de un delito contra el patrimonio histórico. La procesada se mostró arrepentida y recalcó que no tenía antecedentes. "Nunca he tenido problemas con la justicia aquí ni en mi país", subrayó al final de la vista oral. Su abogado defensor la tranquilizó: "Duerma tranquila señora. Y no pinte la catedral de Burgos que eso es mucho más grave".

La batalla de Bailén

El abogado de la defensa hizo un pequeño inciso al final del juicio y rememoró la historia de España. Según su versión, los oficiales de la batalla de Bailén que acabaron presos en el Castell de Bellver realizaron inscripciones en las paredes de la fortificación. Por suerte, estos hechos están sobradamente prescritos, a diferencia del caso de la señora de Burgos, que dañó un monumento nacional que está protegido.

¿Quién limpia las mantas?

Algunos policías nacionales están molestos por una nueva tarea. Como no hay dinero para que una empresa se encargue de la limpieza de las mantas que hay en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía en Palma, son los propios agentes quienes se encargan un día a la semana de llevar las mantas sucias que utilizan los detenidos hasta el centro penitenciario. Allí, se lavan y, cuando ya están a punto, de nuevo son devueltas a la comisaría. Una cosa es trasladar arrestados y otra, llevar la colada.

Alejamiento de los almacenes

El pasado miércoles, un acusado que está preso se conformó con tres meses de prisión por una tentativa de hurto en unos grandes almacenes de Palma. El hombre no podía aproximarse al establecimiento, por lo que también fue condenado por quebrantamiento a una multa. Al final, el juez le suspendió la pena de cárcel durante tres años, en los que no podrá volver a delinquir y con la condición de someterse a un programa de deshabituación de las drogas. Además, durante tres años tiene prohibido acceder a cualquiera de los locales de estos grandes almacenes en toda la isla

Una peineta en el furgón

El presunto homicida de Son Banya se introdujo el pasado lunes al mediodía en el furgón que le condujo a la cárcel de Palma tapándose el rostro con una camiseta. Lucía varios tatuajes en los hombros y los brazos. Una vez en el interior del vehículo policial, el joven sospechoso, de 19 años, dedicó una peineta a un cámara de televisión. Cuando el furgón abandonaba el edificio judicial, varios allegados rompieron a gritar: "¡Adri, Adri!". Incluso golpearon el vehículo.

Incendio junto un polvorín

El martes pasado, los Bombers de Mallorca y los Bombers de Palma se apresuraron a extinguir un fuego de rastrojos en Pòrtol que amenazaba con propagarse hacia un pequeño polvorín. Los equipos de extinción actuaron con rapidez y en poco tiempo controlaron las llamas. El material pirotécnico que se acumulaba cerca de allí al final no corrió peligro.

Halcones en el jardín

Un cetrero tiene dos halcones peregrinos instalados en el jardín de un edificio de Illetes. Las aves parecen acostumbradas a la presencia humana y permanecen tranquilas ante la expectación de los vecinos. La Policía Local le requirió los documentos al propietario y comprobó que lo tenía todo en regla.