Un juzgado penal de Palma ha condenado a un conductor a un año y nueve meses de prisión por circular ebrio, atropellar a un pelotón de ocho ciclistas alemanes y darse a la fuga dejando a tres deportistas heridos de gravedad en la carretera de Can Picafort a Can PicafortMuro a principios de abril de 2013. El acusado, español de 39 años, triplicó la tasa máxima permitida de alcoholemia y fue localizado una hora después del aparatoso siniestro.

El magistrado también le ha impuesto la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante cuatro años, lo que conlleva la pérdida de la vigencia del permiso de conducción.

El sospechoso no entrará en la cárcel porque se le ha suspendido la pena de prisión por un periodo de cuatro años. Inicialmente, se enfrentaba a una petición del fiscal de dos años y medio de privación de libertad.

Las partes personadas alcanzaron un acuerdo hace varias semanas en la sede de Vía Alemania, en Palma, y el juez dictó sentencia 'in voce' contra el conductor acusado. Le impuso seis meses de cárcel por un delito contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas en concurso con tres delitos de lesiones por imprudencia grave y también otros quince meses de prisión por omisión del deber de socorro.

Los hechos ocurrieron el pasado 6 de abril de 2013, sobre las siete menos cuarto de la tarde, cuando el acusado conducía bebido un turismo, modelo Peugeot 206, propiedad de su padre, por la carretera de Can Picafort a Muro (MA-3431).

Según la fiscalía, el sospechoso circulaba con sus facultades psicofísicas mermadas por la previa ingesta de bebidas alcohólicas. Conducía completamente desatento a las circunstancias del tráfico, por lo que no se percató de la presencia de un pelotón de ciclistas formado por ocho personas que rodaban correctamente, provistos de casco e indumentaria adecuada. Los deportistas circulaban en pelotón de dos filas paralelas sobre el carril derecho de la calzada, sentido Muro.

Los ciclistas eran perfectamente visibles para el acusado, quien, dadas sus condiciones psicofísicas, se apercibió de forma tardía de la presencia del pelotón. Al no calcular la distancia, velocidad de aproximación y no mantener el intervalo de seguridad lateral respecto al grupo de deportistas, inició una maniobra evasiva de frenado y leve giro a la izquierda, pero no pudo evitar arrollar por alcance a uno de los ciclistas.

Atropello múltiple

El encausado embistió al deportista que iba detrás del pelotón a la izquierda. A medida que rebasaba al grupo, colisionó a continuación de forma lateral contra otros tres corredores que se hallaban en el lado izquierdo. Todo ello provocó que las bicicletas se desplazaran de forma lateral y, como consecuencia, se cayeron al suelo el resto de ciclistas del grupo. Tres de ellos resultaron heridos graves y los otros cinco sufrieron lesiones leves.

Acto seguido, el conductor sospechoso abandonó el lugar de los hechos. No se paró ni se percató del resultado del aparatoso siniestro ni se preocupó de si las víctimas necesitaban ayuda, sino que continuó sin más su marcha.

Transcurrida más de una hora, la Guardia Civil localizó al acusado. Al ser sometido a la prueba de alcoholemia, dio resultado positivo al triplicar la tasa máxima legal permitida (0,25 mg/l). En un primer test, realizado a las ocho y media de la tarde, arrojó un resultado de 0,85 mg/l de aire espirado. Mientras, en la segunda prueba, practicada a las nueve menos diez minutos, dio una tasa de 0,87 mg/l. Además, el hombre presentaba signos externos de encontrarse en estado ebrio: rostro congestionado, ojos velados muy humedecidos, pupilas dilatadas, comportamiento exaltado, habla pastosa, incoherencias, repetición de frases e ideas o volumen elevado de voz.

El primer ciclista que fue arrollado resultó herido grave con policontusiones, traumatismo cervical y torácico y herida incisocontusa en una oreja. Precisó tratamiento quirúrgico y estuvo once días hospitalizado. Tardó más de 500 días en curarse y le ha quedado como secuela un trastorno que hace que vea doble.

Otra deportista atropellada padeció policontusiones y una fractura del peroné con estallido óseo distal y distorsión en la articulación. Tuvo que ser operada, pasó diez días en el hospital y tardó 84 días en sanar. También le han quedado secuelas.

La tercera ciclista herida resultó policontusionada con tendinitis y tardó 131 días en curarse. El resto de deportistas sufrieron lesiones leves. Todos los perjudicados fueron indemnizados por el seguro. La jueza intervino el carné al acusado durante 3 años y medio.