Un gerente de un salón de juego, en estrecha colaboración con un compinche, se dedicaban a 'hackear' la ruleta de establecimientos de Palma y Santa Ponça para hacerse con el dinero. La Guardia Civil detuvo a ambos como presuntos autores de delitos continuados de estafa.

A raíz de recibir varias denuncias de los gestores de dos salones de juego, ante las fundadas sospechas de que les estuvieran saqueando el dinero, agentes de la Guardia Civil de Calvià abrieron una investigación para tratar de esclarecer los hechos.

Los denunciantes aseguraron que alguien les estaba manipulando las ruletas. Hasta el punto de que el dinero se volatilizaba sistemáticamente.

En el transcurso de las pesquisas, los expertos del Instituto Armado comprobaron que un grupo organizado estaría implicado en este fraude. Los delincuentes actuaban de manera coordinada dentro de los salones de juego para evitar ser descubiertos. Así, mientras uno se dedicaban a sabotear las ruletas, otros distraían a los empleados de estos establecimientos.

A medida que avanzaron las investigaciones, los agentes averiguaron que uno de los implicados en esta trama era el gerente de uno de los salones de juego. Este individuo participaba activamente en las fechorías. En concreto, le facilitaba a su cómplice el acceso a los sistemas operativos de las ruletas.

El 'modus operandi' de estos delincuentes para perpetrar estas estafas informáticas en los salones de juego de Santa Ponça y Palma consistía en 'hackear' los sistemas operativos de las ruletas para manipular las apuestas y obtener numerosos premios de manera fraudulenta.

Tras estas pesquisas, los investigadores de la Guardia Civil de Calvià detuvo la semana pasada al gerente de uno de los salones de juego afectados por su presunta implicación en esta estafa continuada en las ruletas. Durante el registro de su domicilio en Palma, los agentes intervinieron numerosa documentación. A continuación, los efectivos del Instituto Armado detuvieron a su compinche. Un cubano residente en Magaluf.