Dos alumnos del colegio Madre Alberta de Palma que fueron testigos del atropello mortal de una compañera de 14 años cuando realizaban una prueba de orientación cronometrada en los alrededores de la escuela el 26 de abril de 2017 han confirmado hoy ante la magistrada que investiga el caso que unprofesor dio la orden de salida a la víctima.

Los dos menores han coincidido en que el punto de partida de la actividad era antes de cruzar la calle. Un maestro les llamaba por el nombre y, con el cronómetro en la mano, les daba la salida de forma individual. Los alumnos atravesaban la calzada corriendo y se adentraban en un bosque siguiendo unas pistas de orientación.

El día del siniestro, el pasado 26 de abril de 2017, el punto de inicio de la prueba escolar se situó junto a un camión averiado que estaba estacionado, lo que reducía la visibilidad, según el atestado de la Policía Local de Palma. Hoy por la mañana, los dos adolescentes se han ratificado en su anterior declaración policial de hace más de un año. Los dos testigos han confirmado que la actividad empezaba en esa zona.

Los dos menores han recalcado que su compañera recibió la orden de salida por parte del profesor, como el resto de alumnos. "¡Mar, ya!", le dijo el docente. Y, acto seguido, la víctima cruzó la calle. En ese momento, un taxi la arrolló en la calle Miquel Lladó. La escolar, de 14 años, sufrió gravísimas lesiones e ingresó en el hospital de Son Espases Allí, permaneció en estado crítico durante más de un mes hasta que finalmente, el 3 de junio de 2017, falleció. Uno de sus compañeros ha detallado que, poco después del atropello, el maestro le reconoció que había sido culpa de él.

Los dos testigos también han recordado que, antes de que la alumna fuera atropellada, el taxista hizo sonar el claxon.

Tanto el taxista como los dos profesores de Madre Alberta que se encargaban de realizar la actividad de orientación con una treintena de alumnos de tercero de ESO durante la mañana del 26 de abril de 2017 ya han declarado en el juzgado en calidad de investigados por un delito de homicidio imprudente.

El maestro que se hallaba en el punto de partida responsabilizó a la víctima de haber cruzado la calle. Según su versión, la menor salió corriendo antes de que él se lo hubiera ordenado. Ahora, otros dos alumnos que fueron testigos de los hechos contradicen su versión al insistir en que fue el docente quien le indicó el momento en el que la alumna debía atravesar la calzada. Sus testimonios ya fueron recogidos en el atestado de la Policía Local de Palma, que incriminaba al profesor y al taxista por imprudencia. Según las pesquisas, el conductor circulaba al menos a 64 kilómetros por hora cuando embistió a la menor en un tramo cuya velocidad máxima es de 50 km/h.

Además, de los dos testigos que han declarado hoy ante la magistrada de Palma que instruye la causa, otros tres compañeros de la víctima prestarán declaración también como testigos en fechas próximas. La Audiencia de Palma ordenó en abril que se explorara a los cinco adolescentes para aclarar cómo había ocurrido el atropello mortal, como había solicitado el abogado de la acusación particular Daniel Castro, que representa a los padres de la niña fallecida.