El cineasta holandés Wouter van Luijn, de 34 años, murió ayer después de recibir una brutal paliza por parte de al menos cuatro jóvenes en las proximidades de Son Banya. La brutal paliza fue captada por las cámaras de videovigilancia de un centro de dispensación de bombonas de butano. Efectivos del Grupo de Homicidios investigan los hechos para identificar y detener a los presuntos autores del crimen.

La salvaje agresión tuvo lugar sobre las cinco de la madrugada de ayer en el Camí de La Milana, la carretera que conecta Son Ferriol con Son Banya. Un grupo de jóvenes propinó una paliza a Van Luijn, de vacaciones en la isla.

La víctima se desplomó al suelo tras la lluvia de patadas y puñetazos que recibió. Al percatarse de la gravedad de las lesiones, un particular, que había presenciado la escena, subió al herido a su coche. Desde allí lo trasladó urgentemente a Son Espases. Mientras, los presuntos agresores se adentraron en el recinto de un almacén y huyeron campo a través tras levantar una valla metálica.

El también montador holandés presentaba politraumatismos de extrema gravedad repartidos por la cabeza y el resto del cuerpo. La víctima no pudo remontar las lesiones que presentaba y los médicos del hospital de referencia de Balears se vieron obligados a certificar la defunción.

Nada más tener constancia de lo ocurrido, numerosos efectivos de la Policía Nacional se desplazaron hasta el lugar donde había ocurrido la agresión mortal para reconstruirla. La zona quedó completamente acordonada. Mientras, los agentes de la Policía Científica se encargaron de recopilar las posibles huellas que contribuyeran a identificar a los agresores y a esclarecer cómo se habían producido los hechos.

Los investigadores del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional reclamaron a una estación de servicio que dispensaba gas butano la grabación de una de las cámaras de videovigilancia. En concreto, uno de los dispositivos apuntaba hacia el lugar exacto donde se había producido la brutal agresión.

“Había unos 50 policías”

“Había unos 40 o 50 policías. Han entrado en el almacén y han mirado por dónde se han ido”, explicó ayer Juan Nogales, propietario de las instalaciones ante las que se produjo la paliza mortal.

El principal interrogante que se abrió ayer a los investigadores era determinar con exactitud el móvil del crimen. La víctima, Wouter Johannes Jozef Gerard van Luijn hacía poco tiempo que había llegado a Mallorca. Se alojaba en un hotel de Palmanova como tantos otros miles de turistas. Había acudido de vacaciones a la isla en compañía de su padre.

Al parecer, el director de cine contactó con un conocido para que le llevase a comprar droga. Su contacto le condujo hasta Son Banya. Allí se produjo el altercado que derivó en la muerte del cineasta de los Países Bajos.

La autopsia practicada ayer al cuerpo de la víctima determinó que presentaba numerosos traumatismos y no se estableció si alguno de los golpes pudiera ser mortal. Por este motivo se solicitó un informe toxicológico para localizar qué sustancias había consumido el fallecido y si estas desencadenaron el óbito.

Wouter van Luijn es un conocido cineasta holandés y su fallecimiento en violentas circunstancias en Mallorca causó una profunda conmoción en la prensa de los Países Bajos.

Van Luijn ha filmado una docena de películas e incluso ha estado nominado al becerro de oro. También ha rodado videoclips musicales. Numerosos artistas holandeses expresaron sus condolencias en las redes sociales por su muerte en la isla.

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