"Quiero que nunca haga esto a una mujer". Con estas palabras, la presunta víctima de una violación a manos de un amigo de su hijo en el portal de su casa en Palma expresó ayer en el juicio su deseo de que nadie viviera la pesadilla que ella sufrió. El fiscal se ratificó en su solicitud inicial de ocho años de prisión para el acusado de un supuesto delito de agresión sexual.

La vista se celebró ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma. El procesado y la víctima presentaron versiones contrapuestas de los hechos ocurridos en torno a las cinco y media de la madrugada del 20 de marzo del año pasado en la calle Manacor de Palma.

Según el encausado, él se ofreció a acompañar a la mujer hasta el portal de su casa después de habérsela encontrada en un bar de copas cercano. De acuerdo con su particular versión de lo ocurrido, su negativa a besarla y al intentar abandonar el lugar hizo que la madre de su antiguo amigo reaccionara de una forma airada y se marchó.

Por el contrario, la denunciante aseguró que al conocido de su hijo "le vi muy interesado en dejarme en casa", aunque la distancia con el local donde se habían encontrado era muy escasa.

A continuación, la mujer entró en el portal, pero no quería que él traspasara el umbral. Sin embargo, el joven sujetó la puerta y pasó tras ella. "Me tiró en la escalera y me metió varios dedos en la vagina", abundó la víctima. El sujeto le habría abierto las piernas para perpetrar la agresión sexual.

En un intento desesperado por zafarse del ataque, la mujer pidió auxilio a su madre, que se encontraba en el primer piso. "¡Mami!", gritó. La progenitora salió en su ayuda. También acudió rápidamente el hijo, que estaba durmiendo en esos momentos.

Cuando la madre de la víctima acudió a socorrer a su hija presenció la presunta agresión sexual. La sorpresa fue aún más mayúscula al reconocer al supuesto violador como un amigo de su hijo.

"Un hombre estaba cogiéndola en el descansillo. Tenía la mano metida debajo de la falda", precisó la madre de la víctima durante su comparecencia como testigo.

Al despertarse abruptamente después de que le dijeran que estaban violando a su madre en el portal, el hijo salió corriendo descalzo y en pijama para socorrer a su progenitora.

El hijo de la víctima se sorprendió mucho más que la abuela al percatarse de que el presunto autor de la agresión sexual a su madre era un conocido suyo. Tras increpar al supuesto violador, el joven echó a correr descalzo y no tardó en darle alcance. Poco después el sujeto fue detenido.

El fiscal se ratificó ayer en su petición inicial de ocho años de prisión para el acusado, al considerar que los hechos eran constitutivos de una agresión sexual. Por su parte, el abogado defensor del procesado, por su parte, restó verosimilitud a la declaración de los testigos que comparecieron en la sala y pidió la libre absolución de su cliente de todos los cargos.