La fiscalía reclama penas que suman diez años y tres meses de prisión para un hombre acusado de retener junto con un compinche a un conductor cuando iba a entrar en su coche en Palma de madrugada, agredirle y utilizar su vehículo con el rehén en su interior para perpetrar un robo por el procedimiento del alunizaje en un supermercado de la ciudad a mediados de abril de 2015.

El sospechoso se enfrenta a un rosario de delitos: detención ilegal, robo con violencia e intimidación y robo con fuerza en las cosas por presuntamente estrellar el automóvil contra el comercio situado en la calle Joan Alcover, en Palma. De allí, los ladrones se apoderaron de tres botellas de licor y de la caja registradora, que contenía 400 euros en monedas. Causaron graves desperfectos en el local valorados en más de 4.000 euros.

El juicio contra el principal encausado, de 45 años y con numerosos antecentes, la mayoría por robos, estaba previsto que se celebrara ayer en la sede de Vía Alemania. El hombre permanece preso en Galicia donde cumple una abultada condena. La vista oral, que se iba a realizar por videoconferencia, al final se suspendió y se fijó una nueva fecha.

Los hechos se remontan a la madrugada del pasado 12 de abril de 2015 cuando un hombre fue sorprendido cuando entraba en su coche, un Opel Corsa, en la calle Francesc Martí i Mora de Palma. En el momento de introducir las llaves en el contacto, dos sospechosos se metieron en el vehículo y empezaron a golpearle, según el fiscal. Le obligaron con empujones y amenazas a pasar al asiento trasero, donde se quedó sentado en el suelo. Uno de los asaltantes pasó también atrás para vigilarle, mientras que el principal acusado arrancó y condujo por varias calles de la ciudad al tiempo que decía su compinche "pínchale".

La víctima permaneció sentada en el suelo mientras que el atracador le puso su pierna sobre la cabeza. De vez en cuando, le pegaban puñetazos y patadas y le amedrentaban con frases como "no te levantes, te vamos a reventar". El perjudicado sacó su teléfono para pedir socorro, pero se lo quitaron y lo tiraron por la ventanilla del coche, así como un ordenador, según la fiscalía.

Sobre las cinco de la mañana, el delincuente realizó un alunizaje en un supermercado de la ciudad que estaba cerrado. Empotró el coche marcha atrás contra la valla metálica del local. Así, lograron robar tres botellas de licor y la caja registradora del establecimiento. Luego, huyeron y condujeron a toda velocidad por Palma hasta abandonar el coche y al rehén en el polígono de Levante. Los ladrones tiraron por la ventana todos los efectos del perjudicado y su material de trabajo. La víctima sufrió policontusiones y la rotura del tímpano. Le restan secuelas, un déficit de audición.