Agentes de la Policía Local de Bunyola arrestaron en la madrugada del pasado domingo a un hombre que presuntamente intentó estrangular a su pareja con el cinturón del coche mientras conducía por la carretera de Santa Maria. Finalmente el vehículo en el que circulaban se estrelló contra uno de los lados de la vía. El detenido negó la acusación y manifestó que la mujer era la responsable del siniestro, al dar un volantazo mientras discutían en el interior del coche.

Los hechos ocurrieron sobre las once de la noche del sábado, cuando la Policía Local de Bunyola recibió el aviso de una conductora, a través del 112, que alertaba de que se había producido un accidente de circulación en la carretera de Santa Maria, a la altura del kilómero 4,4. Según manifestó este testigo, había visto que un vehículo que circulaba en dirección a Bunyola empezaba a realizar eses, luego se detuvo en medio de la vía y finalmente reemprendió la marcha y acabó colisionando contra un lado de la carretera.

Al lugar se dirigió rápidamente una patrulla de la Policía Local. Los agentes encontraron el coche accidentado y, en su interior, una mujer que parecía muy nerviosa. Esta mujer explicó a los policías que había discutido con su pareja mientras iban en el coche y que él la había intentado estrangular con el cinturón de seguridad, y le había golpeado en el rostro, sobre todo en la nariz, en los brazsos y le había tirado del pelo.

El hombre estaba también allí. Los policías le preguntaron qué había ocurrido y respondió que habían discutido en el coche y que ella le había dado un volantazo, provocando el accidente.

Al lugar llegó poco después una ambulancia, que se llevó a la mujer. El personal sanitario confirmó que tenía marcas del cinturón en el cuello, aunque no pudieron apreciar señales de agresión. Por ello optaron por trasladar a la mujer a Son Llàtzer para que fuera examinada con más detalle.

El hombre fue detenido como presunto autor de un delito de violencia de género y trasladado a las dependencias de la Policía Local de Bunyola. La Guardia Civil le sometió a un control de alcoholemia, que dio resultado negativo.