El médico imputado por la muerte de una mujer en marzo de 2017 tras una liposucción ha sido juzgado en Palma por otra intervención similar fallida. Una clienta le reclama 18.800 euros por las secuelas sufridas tras someterse a dos operaciones de cirugía estética. La afectada detalla en su demanda las profundas quemaduras, cicatrices y asimetrías padecidas en varias partes del cuerpo, además de irregularidades y deficiencias tanto en la intervención como en el tratamiento posterior. El facultativo ha negado su responsabilidad durante la vista celebrada en un juzgado de primera instancia, que dictará sentencia en las próximas semanas.

La afectada, de 39 años, acudió en abril de 2015 a la consulta de Gilberto B. para someterse a una liposucción en muslos, espalda, brazos y abdomen. "Yo quería una intervención tradicional, pero me convencieron para hacerla con láser y acepté el presupuesto de 5.500 euros", relata la mujer. Los resultados no fueron los esperados: "Me quedaron asimetrías. Durante cuatro meses me aplicaron tratamientos de presoterapia y masajes, pero no sirvieron de nada".

La demandante explica que el médico decidió someterla a una nueva intervención en septiembre de ese año. "Me dijo que era un simple retoque, pero fue una operación que duró de diez de la mañana a ocho de la tarde. Al despertar, me caí y vomité. No pude levantarme en tres días", sostiene la paciente.

Quemaduras profundas

Esta segunda intervención fue, según la perjudicada, la que le dejó las secuelas más graves. Tras varios días sufriendo palpitaciones, mareos y cansancio, acudió a Son Espases, donde le diagnosticaron taquicardias y anemia. La mujer estuvo de baja algo más de tres semanas y le quedaron cicatrices por "quemaduras profundas" en la zona lumbar.

La paciente, según relata en su demanda, presentada por la abogada Marcelina Sobrino, acudió de nuevo a la clínica del doctor Gilberto B. para reclamar. Recibió entonces varios tratamientos para eliminar las cicatrices. Fueron inútiles.

En febrero de 2016 optó por visitar a diferentes dermatólogos. Uno de estos especialistas concluyó, en un informe pericial aportado en la causa, que las cicatrices causadas por las quemaduras son ya definitivas. Este médico apunta que la segunda intervención no era un simple retoque y que se practicó sin esperar el tiempo recomendado. "La piel no estaba preparada para esta nueva operación", afirma la afectada.

La demanda considera que hubo mala praxis en las intervenciones y argumenta que el doctor Gilberto B. no es, según el registro oficial, ni especialista en cirugía plástica ni médico estético. Por ello, sostiene que el facultativo no puede llevar a cabo este tipo de intervenciones al no tener reconocidos los conocimientos necesarios. La paciente reclama una indemnización de 18.801 euros: 6.123 por los seis meses de incapacidad temporal, 6.269 por el perjuicio estético que le ocasionan las cicatrices y 6.400 por el coste de las dos intervenciones de liposucción que abonó.

El juicio se ha celebrado recientemente en un juzgado de primera instancia de Palma. En la vista, según explica la afectada, el médico rechazó haber actuado de manera negligente y sostiene que la paciente conocía los riesgos de las intervenciones y firmó el consentimiento informado.

Investigado por homicidio

El doctor Gilberto B. tiene otra causa judicial abierta. El juzgado de instrucción número 3 de Palma lo está investigando por la muerte de una paciente, Fátima Khrit, tras someterla a una liposucción en una clínica de Palma el 6 de marzo de 2017. El facultativo y el anestesista que participó en la intervención fueron citados a declarar como imputados por un delito de homicidio imprudente.

La víctima, de 45 años, falleció debido a una embolia grasa, cuando una bola de grasa entró en una de sus arterias y produjo una obstrucción, y por una hemorragia masiva, según reveló la autopsia. La mujer sufrió una parada cardiaca durante la intervenció y fue trasladada por el 061 a Son Espases, donde falleció unas horas después.

Los médicos del 061 explicaron en el juzgado que hallaron a la paciente en estado muy grave, "pálida y sin tensión". Además, señalaron que en la clínica no les informaron de lo ocurrido. También detallaron que el nivel de hemoglobina era tres veces menor al normal, situación que achacaron a que la mujer sufrió una hemorragia masiva durante la liposucción que los acusados trataron de paliar con suero, diluyendo así el plasma.

Tanto Gilberto B. como el otro acusado, en su declaración como investigados, descargaron la responsabilidad en los facultativos del 061. Según contaron, el estado de la paciente era estable y no sufría ninguna hemorragia cuando salió del centro en ambulancia a Son Espases. Ambos aseguraron que discrepan de los informes del caso realizados en Son Espases.