Circulaba borracha al volante, con el seguro caducado y supuestamente no frenó en el momento de atropellar mortalmente a una adolescente de 15 años durante la pasada Nit de Sant Joan en sa Ràpita. Renata G., la conductora de 44 años y origen polaco acusada de homicidio imprudente y un delito contra la seguridad del tráfico por ir ebria, permanece encarcelada en Palma desde el pasado lunes. La Policía Local de Campos, encargada de investigar el grave siniestro, no halló marcas de frenada en la calzada cuando practicó la inspección ocular en el punto en el que fue arrollada la menor, en la avenida Miramar, a la altura del número 117.

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Los agentes no observaron tampoco ningún otro indicio que pudiera determinar la trayectoria del vehículo, un Skoda Fabia de color azul oscuro, que se dio a la fuga tras embestir a la peatona en el carril bici, habilitado tanto para ciclistas como para viandantes. El turismo tenía el seguro obligatorio caducado desde principios de diciembre de 2017.

Una conductora que se dirigía de s'Estanyol a sa Ràpita y que fue la primera en auxiliar a la víctima al encontrarla tumbada inconsciente en el suelo manifestó ayer en el juzgado de Manacor que investiga el caso que los niños que acompañaban a la adolescente fallecida le dijeron que el coche iba muy rápido y que huyó también a gran velocidad.

Esta testigo se ratificó en su anterior declaración ante la Policía Local de Campos. Según su versión, el atropello acababa de suceder. Minutos antes de las dos de la madrugada del pasado domingo, en plena Nit de Sant Joan, la mujer se topó con un grupo de cinco menores que gritaban y lloraban. En el suelo, yacía el cuerpo de una adolescente. La conductora detuvo su vehículo y salió a socorrer a la víctima. Cogió unas toallas para presionar las heridas, según detalló ayer.

"Los niños me dijeron que la habían atropellado y se había escapado", recordó la testigo. Según indicó, primero le daban información confusa porque estaban muy nerviosos, en estado de shock por todo lo ocurrido. Junto al cuerpo de la víctima, había quedado el espejo retrovisor del turismo sin la carcasa. Horas después, varios testigos confirmaron ante la Policía Local de Campos que el Skoda circulaba a gran velocidad por la avenida Miramar. De repente, hizo una ese, invadió el carril bici y arrolló mortalmente a la peatona. Acto seguido, se dio a la fuga. Cuando la conductora fue interceptada, cuadruplicó la tasa máxima de alcohol permitida.