"Por cinco segundos que me he despistado con el móvil no sé qué ha pasado". Renata G., la mujer presa desde el pasado lunes por atropellar mortalmente a una adolescente de 15 años cuando c0nducía ebria y que luego presuntamente se dio a la fuga durante la Nit de Sant Joan en sa Ràpita, indicó a un testigo tras el siniestro que había mirado su teléfono y no sabía lo que había ocurrido.

La sospechosa, de 44 años y de origen polaco, que cuenta con una condena de principios de 2015 por conducir borracha por s'Estanyol, jugó al despiste con los agentes de la Policía Local de Campos en un primer momento. Así, manifestó que en el coche también viajaba su hija y que desconocía su paradero. Los investigadores comprobaron que no era cierto. Luego, trató de incriminar a una tercera persona, a una amiga suya, diciendo que ella no conducía. Durante su declaración en el juzgado de guardia de Manacor, ofreció una versión confusa manifestando que no recordaba lo ocurridono recordaba lo ocurrido y que no estaba segura de ser ella la conductora. Según explicó, en el coche, marca Skoda, se subieron varias personas que habían estado bebiendo vino con ella en la playa celebrando la Nit de Sant Joan. "Si yo hubiera conducido, me hubiera parado", aseguró. Si bien también reconoció que cuando pasó el accidente, estaba sola. Y, tras el siniestro, recordó que llamó a su hija para explicarle que había tenido un accidente y que probablemente había sido ella, pero que no lo recordaba, que no estaba segura.

Su versión se contradice con la de varios testigos, quienes vieron únicamente a la conductora dentro del turismo cuando circulaba a gran velocidad por la avenida Miramar de sa Ràpita pasada la una y media de la madrugada del domingo. De repente, el coche hizo una ese e invadió el carril bici, habilitado para peatones y ciclistas, en primera línea. En ese momento, embistió a una adolescente de 15 años, que murió en el actoembistió a una adolescente de 15 años, que murió en el acto, lanzó al suelo a otra menor y se dio a la fuga. Las peatonas caminaban por esa zona cuando fueron arrolladas.

Dos jóvenes que iban en otro vehículo se cruzaron con el Skoda con la parte delantera destrozada y, al percatarse del grave atropello, dieron media vuelta y siguieron al turismo sospechoso.

Varias calles más allá, descubrieron el automóvil siniestrado parado y a la conductora, en el exterior, que miraba los desperfectos. Estos dos testigos declararon ayer en el juzgado de instrucción de Manacor y ratificaron lo que dijeron días atrás ante la Policía Local de Campos.

Uno de ellos indicó que le quitó las llaves del contacto y que la mujer se quería ir a su casa. "Estaba muy nerviosa", destacó. La retuvo hasta que llegaron los agentes.

Ebria y sin seguro

Renata G., defendida por el abogado Miquel Àngel Ordinas, admitió en el juzgado que había bebido vino en la Nit de Sant Joan. Según detalló, había consumido mucho alcohol. Además, el coche de su pareja que conducía carecía del seguro obligatorio. La Policía Local de Campos comprobó que el turismo con el que circulaba, un Skoda Fabia, tenía el seguro caducado desde diciembre de 2017.

Cuando la conductora detenida fue sometida a la prueba de alcoholemia dio positivo. El primer resultado fue de 1,09 mg/l, mientras que el segundo fue de 1,03 mg/l. Por tanto, cuadruplicó la tasa máxima legal permitida de 0,25 mg/l. Ayer por la tarde, la familia de la fallecida se personó como acusación particular en la causa en el juzgado de Manacor con dos abogados, Daniel Castro y Manuel Ponce.