Un juzgado de Palma ha condenado hoy a un joven de origen dominicano a dos años de prisión por desfigurar a un compatriota y seccionarle dos tendones de una mano con una botella de cristal durante una pelea en las inmediaciones de una discoteca de la zona de Gomila a mediados de julio de 2015.

El perjudicado, que sufrió aparatosas heridas con múltiples cicatrices en el rostro, además de la sección de dos tendones y un nervio de la mano, lo que le ha provocado una limitación de los dedos de una mano, también causó lesiones a su atacante, pero de menor de gravedad.

Ambos muchachos, de 25 y 23 años, han reconocido hoy ante la sala haber participado en la riña y se han conformado con las penas que solicitaba la fiscalía. Así, la magistrada ha dictado sentencia ´in voce´ y ha impuesto al principal acusado una pena de dos años de cárcel por un delito de lesiones con instrumento peligroso. También tendrá que indemnizar a la víctima con más de 16.600 euros por las graves heridas y secuelas que le ocasionó. Mientras, al segundo sospechoso y a la vez perjudicado le ha condenado a una multa de seis meses con una cuota diaria de dos euros por otro delito de lesiones. En concepto de responsabilidad civil, este acusado tendrá que pagar a su contrincante más de 2.100 euros.

El principal encausado no entrará en prisión porque la jueza le ha suspendido la condena por un periodo de dos años en el que no podrá volver a delinquir y con el compromiso de abonar la elevada indemnización de forma fraccionada. La sentencia ya es firme.

Los hechos se remontan a las seis de la mañana del pasado 12 de julio de 2015 cuando los dos jóvenes se enzarzaron en una pelea en las cercanías de una conocida discoteca situada en la plaza Gomila de Palma. Uno de ellos utilizó una botella de cristal para agredir al otro. Le causó aparatosas heridas como un corte profundo en un dedo de la mano, la sección de dos tendones y de un nervio con pérdida de sustancia, un traumatismo facial y ocular, otro corte en la región lagrimal de un ojo y múltiples cicatrices en el rostro.

El perjudicado precisó asistencia médica y quirúrgica y tardó 84 días en curar de las lesiones. Le han quedado secuelas como la limitación funcional de las articulaciones de los dedos de la mano y múltiples cicatrices.

Por su parte, el agresor también resultó herido en una mano, pero sus lesiones no eran tan graves. Precisó diez días en sanar y le ha quedado una cicatriz.