Los dos dueños de un prostíbulo de Palma han aceptado hoy sendas penas de un año y tres meses de cárcel por contratar a 18 trabajadoras extranjeras sin darlas de alta en la Seguridad Social. Tres de las empleadas, además, no tenían los permisos necesarios para trabajar en España. Los sospechosos se han conformado con las condenas tras alcanzar un acuerdo con la fiscalía, que ha rebajado su petición inicial de 4 años de prisión. Además, no podrán regentar negocios durante el tiempo de la condena y deberán abonar una multa.

Los procesados estaban al frente de un local llamado Pasarella, situado en la calle Manacor, que se presentaba como club de alterne y de chicas de compañía. El 20 de noviembre de 2015, Inspección de Trabajo llevó a cabo una actuación en el establecimiento para comprobar la situación de los empleados. Así se descubrió que en el negocio trabajaban 21 chicas búlgaras, brasileñas, rumanas, paraguayas, dominicanas y venezolanas.

Un total de 18 de las mujeres no estaban dadas de alta en la Tesorería General de la Seguridad Social. Además, tres de ellas carecían de los documentos pertinentes para trabajar en España. La fiscalía calificó los hechos como un delito contra los derechos de los trabajadores y reclamó 4 años de cárcel para cada uno de los acusados.

Hoy, antes del juicio celebrado en la Audiencia Provincial, el ministerio público y las defensas han alcanzado un acuerdo de conformidad. Finalmente, los sospechosos han aceptado un año y tres meses de prisión, una multa de siete meses a razón de seis euros diarios y su inhabalitación para regentar negocios durante ese periodo. Además, deberán participar en un programa sobre trata de seres humanos. Las partes han acordado también que se suspenda la ejecución de la pena durante tres años.