La iglesia de Nuestra Señora de la Granada en Moguer (Huelva) acogió ayer por la tarde el funeral en memoria de Antonio Alfaro, el piloto antiincendios fallecido al sufrir un accidente en la costa norte de Mallorca. Decenas de personas participaron en la ceremonia, entre ellas el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, que se desplazó a la localidad natal de la víctima para sumarse al último adiós.

La familia de Alfaro ha agradecido al pueblo moguereño "el respeto y apoyo" en estos "difíciles momentos". El Ayuntamiento de la localidad onubense, que decretó dos días de luto oficial, difundió una nota de los allegados al piloto para mostrar su gratitud: "A una familia sin consuelo, con un profundo dolor, el pueblo de Moguer le ha prestado su comprensión, su respeto y su apoyo incondicional. No podemos describir con palabras lo agradecidos que estamos ante como habéis sido capaces de entender nuestro dolor, de respetar nuestro espacio en tan difíciles momentos y de entregaros ante cualquier necesidad. El pueblo que vio nacer a Antonio padre, acogió a Chelo y crió a Toño y a Noel, ha logrado ser la familia más grande que necesitábamos, hemos notado un pueblo consternado que necesita hacer algo para ayudar a sobrellevar el más amargo momento de la historia de nuestras vidas. Habéis logrado lo imposible, dignificar una temprana e injusta muerte, permitiéndonos tener un recuerdo especial de la persona que perdemos".

Antonio Alfaro, de 46 años, desapareció junto a su avioneta el pasado día 12 cuando sobrevolaba la Serra de Tramuntana en un vuelo de reconocimiento, en el marco de la campaña contra los incendios forestales del Ibanat. Poco después de las seis de la tarde, se perdió el contacto con el aparato cerca de Cala Sant Vicenç, en Pollença, y el piloto no respondió ya a ninguna llamada.

Su búsqueda supuso el mayor operativo de rastreo de la historia de Balears. Más de 300 personas de los servicios de emergencias y el Ejército participaron en el dispositivo. Alfaro y la avioneta fueron localizados finalmente tres días después, sumergidos a 62 metros de profundidad a unas dos millas de la costa.

Alfaro cumplía su quinta temporada en la lucha contra los incendios forestales en las islas y acumulaba 1.300 horas de vuelo.