Una furgoneta mal aparcada sirvió de reclamo para descubrir que ocultaba objetos para cometer un descomunal fraude a primeras marcas. Agentes de la Policía Local sorprendieron a un hombre de 58 años, de nacionalidad senegalesa, cargando 800 bolsos en una furgoneta, entre otros muchos efectos falsificados, para la venta ambulante. El sujeto fue detenido por un presunto delito contra la propiedad industrial.

Los hechos ocurrieron a las doce del mediodía del pasado martes en la confluencia de la carretera Militar con la calle Bartomeu Calafell de la Playa de Palma. Una patrulla de la Policía Local acertó a pasar por el lugar y observo cómo una furgoneta estaba mal estacionada. Una parte subida en la acera y la otra ocupaba una parte de un carril. Cuando los agentes se disponían a imponerle la correspondiente multa por obstaculizar el tráfico, de repente, un individuo salió con bolsas llenas de bolsos para meterlas en el vehículo.

El sujeto no reparó en la presencia de los agentes y abrió el portón trasero para meter los bolsos en la furgoneta. Al estar tan comprimidos, algunos de estos objetos cayeron al suelo. El vehículo estaba a rebosar de diversos efectos. Cuando los policías le sorprendieron, el individuo argumentó que se disponía a acudir al mercadillo de Alcúdia y que disponía del correspondiente permiso, que en ningún modo consiguió acreditar. Los funcionarios se percataron de que estaban ante un vendedor ambulante a gran escala de objetos falsificados de primeras marcas.

El montante de objetos intervenidos desbordó todas las previsiones. En el interior de la furgoneta había 789 bolsos, que imitaban a una conocida marca. En otras cajas había 397 insignias metálicas que imitaban la marca Michael Kors y que se las colocaban momentos antes de sacarlas a la venta. También encontraron 167 carteras, 80 bolsos de mano, cinco imitaciones de Louis Vuitton, 16 relojes falsificados Hublot, Omega, Breitling y Chanel, 90 cinturos, 122 bolsos de marroquinería y 13 punteros láser.

El individuo fue detenido por un presunto delito contra la propiedad industrial. De hecho, ya contaba con antecedentes por hechos similares y por venta ambulante. Asimismo, los agentes de la Policía Local le intervinieron la furgoneta, que fue conducida al cuartel de Sant Ferran. La ingente cantidad de efectos confiscados fueron trasladados a dependencias municipales. De haberse puesto a la venta, estas falsificaciones habrían hecho un abultado daño económico a las primeras marcas.