La Policía detuvo a un joven peruano, supuesto cabecilla de la banda latina de los Trinitarios, por la presunta violación de una menor de edad en Palma. La juez le dejó en libertad con cargos y dictó una orden de alejamiento de la víctima.

Los hechos por los que fue arrestado ocurrieron la madrugada del pasado domingo 17 en Palma. La víctima, que era compañera sentimental del detenido, accedió a acompañar al joven peruano de 25 años hasta su domicilio.

Cuando los dos jóvenes se encontraban en el interior de la vivienda, se inició una acalorada discusión entre ambos. El detenido se empezó a comportar de una manera cada vez más violenta con la chica.

Así, el individuo, que decía ser uno de los cabecillas de la banda latina de los Trinitarios, agarró a la chica fuertemente del brazo y la introdujo en la habitación.

Cuando los dos se encontraban en el dormitorio, el joven comenzó a golpearla. Hasta el punto de que le obligó a quitarse la ropa mientras la grababa con el teléfono móvil.

La menor, de acuerdo con la denuncia que interpuso posteriormente, empezó a temer por su integridad física en vista de la agresividad y del comportamiento violento que mostraba su pareja.

Para evitar ser agredida, la chica accedió a acatar lo que él le pedía. El joven, supuestamente, la forzó a mantener relaciones sexuales con él.

"Eres solo mia, me perteneces"

Mientras la menor era forzada, el posteriormente detenido le manifestó: "Tu sabes que eres solo mía, me perteneces". Tras la agresión sexual, la chica aprovechó un descuido para huir de la casa. Acto seguido llamó a su madre para denunciar lo ocurrido.

La progenitora llevó a su hija hasta un centro sanitario, donde se activó el protocolo de agresión sexual. A continuación, agentes de la Policía Nacional detuvieron al joven peruano por la presunta violación de la menor.

El pasado lunes, el presunto violador fue puesto a disposición judicial. Tras escuchar a una y a otra parte, el fiscal no pidió el ingreso en prisión del detenido. La juez de guardia dictó una orden de alejamiento y le prohibió terminantemente cualquier tipo de comunicación con la víctima menor de edad.