Un juzgado de Palma ha condenado esta semana a un joven a una pena de 23 meses de prisión por un violento robo a una septuagenaria en su casa en la ciudad en abril de 2015 después de hacerle creer que era el sobrino de un vecino y de pedirle que le prestara diez euros.

La víctima accedió a dejarle el dinero y cuando sacó un billete de 20 euros el muchacho se lo arrebató de forma violenta. La perjudicada, de 74 años, trató de recuperarlo y entonces se inició un forcejeo con al acusado, quien le pegó un manotazo en la mano y la empujó, haciéndola caer al suelo. Acto seguido, el ladrón huyó del lugar con el exiguo botín: el billete de 20 euros.

La vecina sufrió diversas heridas de carácter leve tras la agresión como una contusión en la mano izquierda y una erosión superficial. Recibió asistencia médica y tardó siete días en curar de las lesiones.

A finales de esta semana, el acusado, de 25 años y origen marroquí, reconoció los hechos y aceptó una condena de casi dos años de prisión en la sede judicial de Vía Alemania, en Palma.

La magistrada dictó sentencia ´in voce´ contra él y le impuso 23 meses de cárcel por un delito de robo con violencia de menor entidad y una multa de 50 días con una cuota de seis euros por un delito leve de lesiones. La jueza también le condenó a indemnizar a la perjudicada con 210 euros por las heridas que le causó. Inicialmente, la fiscalía pedía para él tres años y nueve meses de prisión.

El asalto se produjo el 14 de abril de 2015, sobre las doce del mediodía, cuando el muchacho y otro joven acudieron a un piso de Palma. Tras tocar el timbre, el acusado hizo creer a la moradora que era el sobrino de un vecino y le pidió que le dejara diez euros.

Cuando la septuagenaria le enseñó un billete de 20 euros, él se lo quitó y ambos forcejearon hasta acabar la víctima en el suelo tras ser agredida. El Grupo de Atracos de la Policía investigó el caso.