"Un magnífico compañero y un gran deportista. Está hecho un toro y es muy buena gente". Con estas palabras Juan José Buergo definía ayer a Antonio Alfaro, el piloto del Air Tractor desaparecido. Este aviador jubilado también asegura que Alfaro está acostumbrado a las turbulencias más extremas en sus innumerables intervenciones de lucha contra el fuego desde el aire, tanto en España como en Chile.

A su destreza como piloto, el piloto onubense desaparecido sumaba una envidiable preparación física. Todo ello con la finalidad de presentarse en óptimas condiciones siempre que fuera requerido para luchar desde el aire contra el fuego. "Era habitual verle corriendo dando vueltas a la pista. Lo solía hacer cuando estábamos en una zona forestal. En Son Bonet no le dejaban, porque era peligroso. También era muy frecuente verle patinar", indicó Buergo.

No obstante, este compañero de fatigas de Antonio Alfaro no descartaba que pudiera haberle sorprendido una mala racha de viento cuando se encontraba haciendo el vuelo de reconocimiento. "En esos momentos estaba soplando tramontana. Nosotros la solemos esquivar volando a un cuarto de milla de la costa", explicó.

A su juicio, algún contratiempo aún no determinado le pudo hacer perder altura. "Debía estar a unos 1.500 pies cuando estaba en el cabo de San Vicente. Si estuviera tierra adentro ya lo habrían encontrado", aseveró.

Antonio Alfaro se encontraba la tarde del martes en misión de reconocimiento a los mandos del Air Tractor más querido por los pilotos experimentados: el "Halcón Milenario". Así le llamaban en alusión a la nave de Han Solo en la Guerra de las Galaxias, por su versatilidad en el aire.

Pese a la veteranía del Air Tractor 802 EC-GVN, con más de dos décadas en sus alas, Juan José Buergo destaca las elevadas prestaciones de esta aeronave que hacía que los pilotos más expertos quisieran ponerse a sus mandos. "Tiene un motor poderoso, encaja muy bien la carga y es muy rápido para maniobrar. Estaba en plenitud de su vida.", subrayó.

Este avión, fabricado el 4 de septiembre de 1998, había sido utilizado en las labores de extinción del voraz incendio que azotó Andratx, Estellencs y AndratxEstellencsCalvià a finales de julio de 2013. Era uno de los últimos modelos de la primera serie GS de los Air Tractor.

La Delegación del Gobierno en Balears se encargó de coordinar a todos los distintos medios de emergencia para tratar de localizar la avioneta del Ibanat desaparecida, en la que volaba Antonio Alfaro. Nada más tener conocimiento de que el piloto no había regresado a Son Bonet se activó un complejo operativo de búsqueda.

La alarma saltó a las 18.08 cuando se había perdido el contacto con el piloto mientras sobrevolaba Cala Sant Vicenç. Debía haber tomado tierra sobre las seis y media de la tarde.

De inmediato, el Servicio Aéreo de Rescate (SAR) del Ejército del Aire se movilizó. Un helicóptero despegó poco después de la Base Aérea de Son Sant Joan. También se activó la aeronave de la Guardia Civil, donde se movilizaron efectivos del Grupo de Montaña (GREIM) y el Servicio Marítimo del Instituto Armado.

Salvamento Marítimo movilizó un helicóptero, el Helimer 208. El Ibanat también activó buena parte de las aeronaves disponibles para tratar de localizar el Air Tractor y al compañero desparecido durante una misión de reconocimiento rutinaria.

Los medios aéreos peinaron palmo a palmo la Serra de Tramuntana. Desde Andratx hasta Pollença fue repartida en cuadrantes para que pilotos de aviones y helicópteros escudriñaran todos los rincones en busca de un rastro del avión. Por tierra, efectivos de Protección Civil, Policía Local y agentes medioambientales hicieron el recorrido a pie.

A medida que fueron avanzando las labores de rastreo se fue descartando que el Air Tractor desaparecido pudiera encontrarse en tierra firme, ya que los restos de la aeronave deberían haberse detectado. Fue cobrando fuerza la posibilidad de que el avión hubiera caído al mar.

Pero las condiciones de búsqueda marítima eran ayer muy adversas, con olas de fuerza 6 que reducían la visibilidad.