La Playa de Palma se enfrenta este verano al riesgo de verse completamente desbordada ante la llegada de numerosos delincuentes internacionales. Las celebraciones festivas, y etílicas, de la multitud de turistas que se prevén en la zona durante el inminente Mundial de Fútbol de Rusia les ha convertido en un reclamo, y en una presa fácil, para los malhechores.

"La Playa de Palma se enfrenta este verano a un grave problema de Seguridad Ciudadana", subraya sin ambages José Evaristo Búrdalo, secretario general en Balears de la Unión Federal de Policía (UFP).

De hecho, Búrdalo considera que buena parte del contingente policial de refuerzo que se espera para este verano en Mallorca debería estar destinado a este concurrido núcleo turístico. "Sería muy conveniente incrementar en la Playa de Palma el número de efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Y si es posible que vayan allí los dos grupos previstos para Mallorca", subraya.

El propio ex ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, afirmó hace unas semanas, durante su fugaz visita a la Playa de Palma, que se reforzarían con más efectivos esta zona. No obstante, no concretó cuántos agentes irían a parar a este lugar.

La calle Pare Bartomeu Salvà, más conocida por la calle del Jamón o la Schinkenstraße para su numeroso público alemán, se convertirá este año en la zona cero por excelencia de la Playa de Palma. El funcionamiento a medio gas del Megapark, al tener buena parte cerrada por incumplir la ordenanza municipal, concentra los turistas en el Bierkönig

Robos al descuido

El delito más común que se comete en la Playa de Palma, y sobre todo en el Balneario seis, son los hurtos al descuido. Los carteristas desarrollan una actividad frenética estos días y compaginan su actividad en la arena de la playa y aprovechando las aglomeraciones en los locales más concurridos.

Hasta el momento el mayor número de delincuentes que operan en este lugar son de origen rumano. Su actividad delictiva se extiende casi a las 24 horas del día. Aunque hay picos en los aumentan las fechorías coincidiendo con la denominada 'hora feliz' de determinados establecimientos.

A medida que pasan las semanas y se aproxima la fecha de comienzo del Mundial de Fútbol de Rusia, señalada para el próximo 14 de junio, la afluencia de delincuentes llegados a la Playa de Palma se prevé mucho mayor. De no remediarse con la llegada de más efectivos, la desproporción entre malhechores y efectivos policiales será muy acusada.

El secretario general de la UFP de Balears propone que se incentive económicamente a los policías que trabajen en los meses de verano y se tomen las vacaciones fuera de la temporada alta.

En este sentido, el secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Balears, Manuel Pavón, insta a que se extienda el pago de los servicios extraordinarios, solo circunscrito a los agentes que operan en el aeropuerto de Palma, al resto de funcionarios que trabajan en temporada alta.

No obstante, Pavón aboga por encontrar una solución definitiva. "Hay que cubrir el actual déficit en torno al 20% de plantilla para ajustarnos al catálogo de puestos. También si el complemento de insularidad fuera en Balears como el de Canarias o el de Ceuta y Melilla habría más agentes en las islas", subraya.

Hasta el momento, los principales delitos registrados en la Playa de Palma en el comienzo de la temporada alta han sido hurtos al descuido mientras los turistas estaban en la playa o en los locales más concurridos de la calle del Jamón. También ha habido casos aislados de atracos a personas ebrias a altas horas de la madrugada cuando regresan tambaleándose a su hotel. Sin embargo, el grueso del bullicio, con la entrada en la temporada alta en todo su esplendor, está aún por venir y, con ella, la llegada de delincuentes más peligrosos.