Un agente de la Policía Local de Palma tuvo que descolgarse por la fachada de un edificio, desde un décimo piso de altura, para atender a un bebé de nueve meses que se había quedado solo en casa después de que su madre se hubiera dejado las llaves dentro.

Los hechos ocurrieron a las nueve y veinte de la noche del miércoles, en la calle Francisco Sancho de Palma. Una mujer llamó muy nerviosa al 092 y explicó que, por un descuido, se había quedado fuera de casa sin las llaves y en el interior del domicilio estaba solo su bebé, de nueve meses de edad.

Al lugar acudió con urgencia una dotación de la Unitat d´Intervenció Immediata (UII) de la Policía. Los agentes se entrevistaron con la madre y escucharon al bebé, que lloraba en el interior del domicilio. Primero intentaron forzar la puerta del piso con una radiografía, pero no lo lograron, así que optaron por descolgarse hasta el balcón.

Los agentes llevan en su vehículo cuerdas y arneses para hacer rápel, así que subieron a la terraza, en un décimo piso de altura, y uno de ellos se descolgó hasta el balcón del domicilio, en la novena planta. Pudo entrar en la casa porque el balcón estaba abierto y abrió la puerta a la madre, que atendió al bebé. El pequeño estaba en perfecto estado.