La Guardia Civil ha puesto fin a la frenética actividad de una banda de ladrones que durante los últimos años habría cometido más de 70 robos en toda la isla. La Benemérita arrestó ayer a tres supuestos miembros del grupo, especializado en desvalijar colegios, guarderías y locales de la tercera edad. Los delincuentes estarían detrás de la oleada de robos registrados desde principios de año tanto en la capital del Llevant como en Selva, Caimari, Sóller, Sant Joan y Vilafranca. Los investigadores encontraron ayer en los domicilios de los acusados, registrados durante toda la mañana, joyas, aparatos electrónicos y dinero en efectivo que según las pesquisas son parte del botín. La operación seguía abierta y podrían practicarse nuevos arrestos en las próximas horas.

El operativo policial de ayer culmina una larga investigación de la Policía Judicial. Las pesquisas habían permitido a los guardias civiles identificar a tres sospechosos, jóvenes nacidos en Marruecos y con nacionalidad española, según explicaron fuentes de la investigación. Hacia las ocho de la mañana, un nutrido grupo de agentes de la Guardia Civil y una comisión judicial se desplegaron en las viviendas de los sospechosos, situadas en la avenida del Tren y las calles Montcades y Capella. En esta última los investigadores encontraron numerosos efectos y dinero que procederían de los robos.

Los registros se prolongaron durante unas cuatro horas, hasta el mediodía. Los sospechosos fueron trasladados al cuartel del instituto armado, donde serán interrogados en las próximas horas antes de ser puestos a disposición del juzgado de guardia. Algunos vecinos explicaron que los acusados son conflictivos y que la Policía Local ha acudido varias veces a sus domicilios por altercados e incidentes.

La Policía Judicial del instituto armado llevaba meses tras los pasos de esta banda. Su modus operandi era siempre el mismo. De madrugada, forzaban los accesos a locales sin vigilancia y revolvían las estancias en busca de dinero, televisores, ordenadores y joyas, efectos a los que luego daban salida en el mercado negro.

El grupo mostraba predilección por guarderías, colegios y locales de reunión de jubilados, aprovechando sus escasas o nulas medidas de seguridad. Los investigadores creen que los delincuentes habrían actuado también en algún domicilio. Los agentes encargados del caso sostienen que la banda está detrás de más de 70 robos cometidos con el mismo modus operandi durante los últimos años en numerosas localidades de la isla, como Vilafranca, Sant Joan, Caimari, Sóller, y Selva.

Los investigadores no dan el caso por cerrado y mantienen abierto el operativo, sin descartar nuevas detenciones en las próximas horas, añadieron las mismas fuentes.