Una presa ha aceptado hoy en la Audiencia de Palma una pena de dos años de cárcel por abusar sexualmente de otra reclusa cuando esta última dormía en la celda que compartían en el centro penitenciario de la ciudad entre el 3 de mayo y el 16 de junio de 2015.

La acusada, de 35 años y que actualmente está libre, ha reconocido hoy los hechos ante el tribunal de la sección segunda. La sospechosa ya ha pagado 1.500 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños morales ocasionados a la víctima. Por ello, la fiscalía, que inicialmente pedía para ella una condena de siete años de prisión, ha rebajado su solicitud a dos años al apreciar la circunstancia atenuante como muy cualificada de reparación del daño.

La mujer, que en la época de los hechos cumplía condena en Palma por un delito de tráfico de drogas cometido en Costa Rica, hoy se ha declarado responsable de un delito de abuso sexual con acceso carnal. Se ha conformado con dos años cárcel. Sin embargo, no ingresará de nuevo en prisión porque tanto su abogado defensor como la fiscal han llegado a un acuerdo para que se le suspenda la pena por un periodo de dos años. La encausada, que se ha reinsertado en la sociedad y se ha rehabilitado al no consumir sustancias estupefacientes, ha mostrado su conformidad.

Los hechos se remontan a fechas comprendidas entre el 3 de mayo y el 16 de junio de 2015, cuando la sospechosa, de 35 años, se hallaba presa en el centro penitenciario de Palma cumpliendo condena. La mujer fue sentenciada en Costa Rica en mayo de 2011 por tráfico de drogas.

En esa época, aprovechando que su compañera de celda dormía por las noches, actuando "con ánimo libidinoso", la sometió a tocamientos íntimos por el pecho y la zona genital, llegando a introducirle los dedos en alguna ocasión en los genitales, según la versión de la acusación pública.