La Audiencia de Palma ha confirmado la pena de un año de prisión que impuso un juzgado de lo penal de la ciudad a un hombre por un robo con intimidación en un salón recreativo de la calle Aragón en diciembre de 2011.

El sospechoso, de origen senegalés, entró en el establecimiento, se apoderó de dos vasos con 215 euros en monedas y amenazó a una empleada para que no alertara a la Policía. "Como llames, te pego", le dijo.

El tribunal de la sección primera ha ratificado íntegramente el fallo de un juzgado de lo penal de Palma al desestimar el recurso de apelación que interpuso el asaltante. La magistrada, en primera instancia, condenó al hombre a un año de cárcel por un delito de robo con intimidación y a pagar una indemnización a la entidad perjudicada de 215 euros, cantidad que ya fue consignada por el acusado con anterioridad.

Según se declara probado, los hechos se produjeron el pasado 2 de diciembre de 2011, sobre las diez de la mañana, cuando el encausado aprovechó que una trabajadora se encontraba fumando un cigarro en la puerta de un salón de juegos ubicado en la calle Aragón, en Palma, para entrar en el establecimiento.

El sospechoso accedió a la zona de detrás de la barra del local agachándose. Allí, había dos vasos que contenían 215 euros en monedas. El asaltante se apoderó del dinero, pese a que la empleada se percató de ello y le recriminó su conducta. El hombre no le devolvió el exiguo botín y vació las monedas en la gorra que llevaba.

La víctima le dijo que si no le daba el dinero llamaría a la Policía y que las cámaras le estaban grabando. Entonces, el encausado le respondió: "Como llames, te pego". Esta amenaza se la repitió en varias ocasiones, lo que provocó que la perjudicada se mostrara nerviosa y temerosa.

Al final, el ladrón salió huyendo del establecimiento. La víctima contactó con la Policía, que logró detenerle minutos más tarde en la calle. Los agentes le intervinieron 129 euros en monedas.

El sospechoso es un ciudadano senegalés con arraigo en España, ya que lleva más de diez años en el país, se encuentra trabajando en el sector de la construcción y tiene un hijo de corta edad. Carece de antecedentes penales y ha sido puesto en busca y captura dos veces en 2013 y 2015, al no poder ser localizado. Antes del juicio, consignó 215 euros para el pago de la responsabilidad civil.