El fiscal incrementó ayer su petición de pena de una multa a dos años de prisión para un joven británico acusado de abusar sexualmente de una taxista de Palma en las inmediaciones de Cala Major el pasado 17 de junio de 2016 de madrugada. El ministerio público aumentó su solicitud de condena ayer por la mañana durante el trámite de conclusiones al final del juicio. Mientras, el abogado defensor reclamó la libre absolución de su representado. El caso quedó visto para sentencia.

Ayer declaró como testigo un policía local de Palma que acudió al lugar de los hechos. El agente recordó que fueron alertados sobre las seis menos cuarto de la mañana del 17 de junio de 2016 para desplazarse a Cala Major. "Al llegar, encontramos el coche con las puertas abiertas. El señor dormía en el asiento del copiloto. Iba bebido. La conductora estaba muy nerviosa", indicó el testigo.

El policía explicó que se entrevistaron con la taxista. "Ella nos relató que lo había recogido en Portopí, él le dijo que le llevara a la playa y le llevó a Cala Major. La mujer detalló que él le intentó tocar los muslos y la zona genital. Y también le intentó tocar el pecho. Ella estaba muy nerviosa, paró el coche y abrió las puertas y salió", manifestó el agente. Por su parte, el sospechoso dijo a los policías que se había quedado dormido. Poco después, se aproximaron unas chicas suecas quienes reprocharon al británico su comportamiento, ya que anteriormente en un local intentó tocar las nalgas a una de ellas, según el policía.