Falsa alarma. El bote etiquetado como ébola hallado el viernes en un edificio de Palma no está infectado con el virus, según el análisis realizado ayer en el Centro Nacional de Microbiología, en Madrid. El líquido rojizo que contiene no es sangre, como se creyó inicialmente, sino un gel inofensivo. Los resultados han permitido poner fin al protocolo puesto en marcha con la aparición del frasco y afianzar la hipótesis de que todo es fruto de una gamberrada.

Pero la Policía no se ha tomado a broma el caso. La Jefatura Superior de Balears ha abierto una investigación para averiguar quién dejó el envase en el edificio y con qué intención. Los agentes de la Policía Judicial están llevando a cabo varias gestiones para aclarar lo sucedido y han comenzado las pesquisas en la finca fue hallado el bote. Una de las cuestiones que quieren aclarar es si en la comunidad de vecinos del número 96 de la calle Arxiduc existe algún enfrentamiento que haya podido desencadenar el incidente. Por ello, han contactado ya con algunos residentes en el edificio.

Los investigadores trabajan también con la hipótesis de que fuera una persona ajena al inmueble quien dejara el bote sospechoso allí entre las siete y las ocho de la tarde, cuando fue hallado sobre los buzones por una vecina. La Policía está recopilando las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona para revisarlas e intentar encontrar alguna pista. Frente al portal del edificio hay una estación de Bicipalma que cuenta con sistema de videovigilancia. Además, hay varias sucursales bancarias en los alrededores que serán también examinadas.

La persona que dejó el envase se enfrenta a una acusación por un delito de desórdenes públicos, según explicaron fuentes policiales. "Quien afirme falsamente o simule una situación de peligro para la comunidad [...] y con ello provoque la movilización de los servicios de policía, asistencia o salvamento, será castigado con la pena de prisión de tres meses y un día a un año o multa de tres a dieciocho meses", reza el artículo 561 del Código Penal. Las fuentes consultadas equiparan la aparición del bote etiquetado como ébola a un falso aviso de bomba.

"Una vez descartado el riesgo, es muy importante investigar y detectar al autor de semejante gamberrada que debería afrontar como mínimo el coste de todas las actuaciones realizadas", afirmó ayer en su cuenta de Twitter el director general del Ib-salut, Juli Fuster.

El bote salió de Son Espases a última hora de la tarde del sábado y a las nueve de la noche voló en un avión ambulancia hacia Madrid. El aparato aterrizó en Barajas a las 22:20 horas. Allí fue entregado al Servicio de Urgencia Médica de Madrid (Summa), que en una ambulancia especialmente equipada para el transporte de material sensible lo llevó al Centro Nacional de Microbiología, donde entró a las once de la noche. Las pruebas revelaron ayer que no está infectado.