La consellera de Salud, Patricia Gómez, ha confirmado que el bote etiquetado como ébola hallado en un inmueble de Palma no estaba infectado y que la sustancia que contenía era "muy parecida al blandiblú". La Policía continua investigando para averiguar quién dejo el envase en el edificio de la calle Arxiduc. El responsable podría ser acusado de un delito de desórdenes públicos.

Las alarmas saltaron en la noche del pasado viernes cuando un vecino del número 96 de la calle Arxiduc de Palma alertó de la existencia de un bote de tipo clínico en el vestíbulo del edificio con la etiqueta Filioviriade Ebola Virus ARN.

El hallazgo del envase provocó una gran movilización de los servicios de emergencias. El edificio fue aislado durante más de tres horas, impidendo a los vecinos salir de sus casas o entrar en ellas si estaban fuera.

Dos dotaciones del 112, con trajes aislantes, acompañadas de agentes de la Policía Nacional, se personaron en el domicilio y retiraron el envase, que inmediatamente fue trasladado al hospital de Son Espases y aislado siguiendo el procedimiento a menos 80 grandos bajo cero, a la espera de análisis. Unas horas después, un avión ambulancia transportó la muestra a Barajas, donde fue entregado a los servicios de emergencias de la capital. Desde el aeropuerto madrileño fue trasladado en ambulancia y entre grandes medidas de seguridad al Centro Nacional de Microbiología, donde fue analizado.

Finalmente, el laboratorio de Madrid concluyó que el líquido rojizo no era sangre, como se creyó inicialmente, sino un gel inofensivo "parecido al blandiblú". Los resultados han permitido poner fin al protocolo puesto en marcha con la aparición del frasco y afianzar la hipótesis de que todo es fruto de una gamberrada.

La Jefatura Superior de Balears ha abierto una investigación para averiguar quién dejó el envase en el edificio y con qué intención. La persona que dejó el envase se enfrenta a una acusación por un delito de desórdenes públicos, según explicaron fuentes policiales