Un vecino de Palma aceptó ayer un año y tres meses de prisión por mantener videoconferencias sexuales con un adolescente, al que también envió archivos de pornografía infantil a través de un grupo de WhatsApp. El acusado tenía además en su ordenador casi un millar de videos y fotografías pedófilas. El hombre, de 58 años, se declaró autor de dos delitos de corrupción de menores.

El condenado contactó con el adolescente en 2015, cuando este había cumplido ya 16 años, a través de una página web que ofrece videoconferencias aleatorias con desconocidos. Ambos mantuvieron conversaciones de tono sexual y el menor se grabó desnudo. Además, el hombre incluyó al adolescente en un grupo de WhatsApp que administraba y le envió diversos archivos de pornografía infantil.

Cuando la Policía registró su domicilio por estos hechos, comprobó que el acusado tenía en sus aparatos informáticos casi mil fotografías y vídeos de menores en actitud sexual.

La fiscalía reclamaba inicialmente dos años y medio de cárcel para el procesado, que ayer rebajó a un año y tres meses al llegar a un acuerdo con su abogado. El hombre deberá participar en un programa de educación sexual, será sometido a libertad vigilada durante un año y no podrá ejercer ningún oficio ni profesión que conlleve contacto con menores durante siete años.