El fiscal Julio Cano mantiene su petición de siete años de prisión para Tamara C.M., hermana del histórico narco 'El Pablo', por traficar con drogas en La Soledad. La acusación sostuvo ayer, en la última sesión del juicio contra el clan y sus colaboradores, que la mujer controlaba y regentaba una de las viviendas utilizadas como punto de venta de drogas por el patriarca, por lo que le imputa delitos contra la salud pública y de organización criminal. La defensa sostiene que no hay pruebas de ello y reclama su absolución. El fiscal pide además sendas penas de tres años y medio de prisión para otros dos procesados por vender estupefacientes para el clan.

Con la sesión de ayer quedó visto para sentencia el macroproceso contra el clan de 'El Pablo', que ha llevado al banquillo a 52 procesados. 48 de ellos han acabado pactando con el ministerio público penas que suman más de cien años de cárcel y otro fue absuelto al retirarse los cargos contra él. Así, la sección segunda de la Audiencia solo deberá pronunciarse sobre tres de los acusados.

Respecto a la hermana de 'El Pablo', el fiscal aseguró que en el juicio se han presentado pruebas suficientes de que entre agosto de 2014 y junio de 2015 estuvo al frente de un punto de venta de cocaína y marihuana en la calle Teix. Entre ellas, apuntó a las declaraciones de uno de los procesados, que admitió haber trabajado para Tamara C.M. distribuyendo drogas en ese inmueble, y de un testigo protegido que la identificó como la persona que le había vendido directamente cocaína allí.

La fiscalía considerada acreditado también el delito de grupo criminal, ya que "todos los acusados de la calle Teix actuaban de forma colaborativa", repartiéndose los vendedores de droga para que los puntos de venta de la zona, "que no pueden quedar cerrados porque se pierde dinero", estuvieran siempre a disposición de los compradores. Cano mantiene su petición de cinco años y medio de cárcel para la mujer por un delito contra la salud pública y otro año y medio por integración en grupo criminal.

El letrado de Tamara C.M. insistió en reclamar su absolución. El abogado David Salvà afirmó que no hay pruebas contra ella y que "los indicios son insuficientes y basados en suposiciones". Desacreditó ante el tribunal tanto al acusado que ha implicado a la mujer, apuntando que en su relato hay "incongruencias y animadversión" hacia ella, como al testigo protegido, que "no ha explicado cuándo ni qué le vendió" la hermana de 'El Pablo'. "Ser familia no es cometer un delito", sentenció en su alegato. Además, apuntó que en aquella época la mujer trabajaba, justificando así los 2.900 euros en efectivo que la Policía encontró en su casa para negar que fueran fruto de la venta de droga. Como alternativa en caso de que sea declarada culpable, pidió una condena de tres años y medio de reclusión y descartó que pueda apreciarse la agravante de reincidencia porque no consta cuándo quedó extinguida su anterior condena.

El fiscal pide además sendas penas de tres años y medio de cárcel para los otros dos procesados que no se han conformado. Los dos están acusados de formar parte del nutrido grupo de vendedores que, por turnos, atendían los puntos de venta controlados por el clan en la zona de La Soledad. Uno de ellos sostiene que se había instalado como okupa en uno de los inmuebles y que no tiene relación alguna con el clan. La fiscalía no da credibilidad a esta versión, porque las medidas de seguridad que había en la vivienda y el hecho de que las adyacentes fueran puntos de venta de drogas de 'El Pablo' hace "imposible" que se colara en el edificio sin ser detectado. "Yo estaba allí consumiendo, porque soy adicto. No conozco a nadie [del clan]", dijo aprovechando la última palabra.