"Del primer puñetazo en la cara me rompió todos los huesos. Noté cómo todos los huesos se rompían del golpe tan fuerte que me dio el atracador. La sensación era de que la cara se me caía. El dolor fue fortísimo. Del daño que tenía, todos los otros golpes que me propinó ya no los notaba. Me agredió por la espalda, la cabeza, las piernas, el rostro, por todo". La mujer de 55 años que resultó herida grave el pasado lunes de madrugada durante un atraco en el salón de juegos atraco en el salón de juegos en el que trabaja en Manacor relata sin titubeos el asalto.

"Él se ensañó conmigo, fue brutal. Yo todo el tiempo estaba en el suelo y él seguía agrediéndome. De un golpe y una patada me movió dos metros. Todo eso se ve en las imágenes. Yo fui un saco de boxeo. En el primer puñetazo que me pegó en el rostro noté cómo todo se rompía. Yo le pedía que no me pegara más, le decía que le daba el dinero pero que no me pegara. Fue muy violento. La próxima vez que actúe hará mucho daño, no hay derecho", subraya la víctima, todavía amoratada y con la cara hinchada tras la paliza.

"Cualquier persona que pueda aportar algún detalle o referencia del atracador al ver su foto, de forma anónima, que lo haga y que informe a la Policíainforme a la Policía. A mí me hizo esto, pero a otra persona la puede matar.

Fue extremadamente violento, vino directo a pegarme", indica la afectada, vecina de Son Servera. "Cuando se le cayó un martillo que llevaba detrás, al ver la piqueta pensé que me iba a matar. Yo he podido salir de esta, lo puedo contar, pero si coge a otra persona no lo contará", asegura la perjudicada, de complexión delgada y que hace poco que ha salido del hospital. El martes fue operada y tiene pendiente aún una segunda intervención quirúrgica.

La trabajadora inició su jornada laboral en el salón de juegos de la Ronda del Port, en Manacor, como una noche más. El pasado domingo su turno era de diez de la noche a seis de la mañana del día siguiente. "Fue una noche tranquila, entraron clientes conocidos", recuerda la empleada. Sobre las dos y media de la madrugada del lunes, la mujer estaba en la planta de abajo del establecimiento. "Yo estaba sola y en el piso de arriba había dos clientas. Estaba arreglando unas cosas cuando escuché el timbre y vi a un hombre que venía hacia mí. Él iba a girar para meterse en la barra y le dije que no. Entonces, noté un fuerte puñetazo en la cara. Llevaba como una braga de color amarillo enrollada en la mano, supongo que para no hacerse daño. De este primer golpe que me dio caí al suelo. Me pegó tan fuerte que salí despedida dos o tres metros. Ya no me pude levantar", explica la perjudicada, recostada en el sillón de su casa en Son Servera.

"Él intentó abrir la caja registradora pero no pudo. Me cogió del cabello y me arrastró hasta meterme debajo de la caja. Me dijo 'abre la caja'. Yo le dije que la iba a abrir pero que no me pegara. Se la abrí y él empezó a coger el dinero y a metérselo en los bolsillos. Siguió dándome puñetazos, golpes y patadas por todo", detalla la víctima.

"Luego, se fue a la nevera, cogió una botella de cristal de cerveza y me la rompió en la cabeza. Dio unos pasos atrás hacia la otra caja y, como no la podía abrir, tiró al suelo el ordenador, arrancó los cables y la cogió y se la llevó", prosigue la trabajadora. "Antes de marcharse, volvió a coger otra botella de cerveza y abandonó el local", apunta. El asaltante huyó con un botín de unos 2.000 euros.

'No grites, no hagas ruido'

"Solo me dijo 'no grites, no hagas ruido'. Tenía acento español, era alto, de entre 30 y 40 años, fuerte, moreno de piel y cabello y llevaba una gorra con unos dibujos blancos y negros que jamás olvidaré. También me dijo 'abre la caja, dame el dinero'. Yo no me podía resistir, le indiqué que le iba a dar el dinero", insiste la mujer.

"Primero se tapaba la cara con la mano pero luego se sacó un pañuelo y se tapaba. Hay fotos y vídeos de él que se le reconoce. Por eso, la gente tiene que colaborar, ya no por mí, sino porque la próxima vez que actúe a otra persona la puede matar", se lamenta la empleada. La Policía Nacional está volcada en la búsqueda del sospechoso.

"El asalto duró unos dos o tres minutos. Fue rápido. Él entró, me dejó KO y salió. Las clientas que estaban en la planta de arriba bajaron al escuchar el ruido y volvieron a subir para esconderse y llamar a la Policía. Yo también pulsé el botón del pánico cuando él se fue. La Policía llegó muy rápido. No lo pillaron por poco", apunta.

"Yo estuve todo el tiempo consciente en el suelo hasta que me levanté como pude para alertar a la Policía y a mis jefes. Luego, me llevaron en ambulancia al hospital de Manacor y esa misma madrugada me trasladaron a Son Espases. Las lesiones que he sufrido son graves", explica la afectada. El atracador le rompió el tabique nasal y la mandíbula por dos sitios.

La afectada ha permanecido cuatro días hospitalizada en Palma. El martes pasado la operaron de la mandíbula. "Me han puesto placas", aclara. El jueves le dieron el alta, pero tiene pendiente una nueva intervención quirúrgica del tabique nasal. "Me destrozó la nariz, la tengo completamente rota", añade la mujer.

"Me han dado morfina y mucha medicación para el dolor. No puedo dormir en la cama porque tumbada me ahogo, duermo en el sillón", comenta. La mujer lleva cuatro años trabajando en ese salón de juegos de Manacor. "Nunca me había pasado nada parecido. Pero cuando esté recuperada volveré a trabajar. Una vez pase todo, volveré a empezar", asegura la víctima esperanzada. Pese a la paliza sufrida, se siente agradecida a todos los que la han ayudado: "Se han portado todos muy bien conmigo, la empresa donde trabajo, la Policía, en el hospital y mi familia me apoya. Voy a salir adelante".